lunes, 8 de diciembre de 2014

Excursión a Santa Pola y alrededores

Excursión a Santa Pola y alrededores. 
5, 6, 7 y 8 de diciembre del 2014.

Excursión interna de los miembros del grupo SEO-Vanellus.


5 de diciembre.

 

Viajamos en dos coches. En el primero salimos Agustín, Cipri y yo el día 5, alrededor de las 4 de la tarde. Al día siguiente, sobre las 3:30 de la madrugada, José Luis fue recogiendo a Gerardo, Miguel Ángel y Luis.


Nosotros tres, después de dejar los bártulos en nuestras habitaciones del hostal, que nos había reservado José Luis, dimos una vuelta por Santa Pola para ver dónde cenar. Elegimos un restaurante cerca del hostal, donde nos pusieron pescado frito, pulpo a la plancha, berejenas con miel y unos dulces de postres.  

 


6 de diciembre.

 

Al salir de Santa Pola se pasa por varias rotondas. A una de ellas, algo elevada sobre el asfalto, se había encaramado un coche rojo, que arrancó de cuajo una de las palmeras y el vehículo terminó ladeado.


- ¿A qué velocidad iría el fulano para subirse a una rotonda que está tan alta? -dijo Cipri.


De tanto que le había impresionado, Después, cada vez que pasábamos por ahí, repetía el mismo comentario.


Nos reunimos con el segundo grupo a las 8:30 de la mañana en San Felipe Neri, pueblecito del municipio de Crevillente, fundado por Felipe V a petición del cardenal Belluga. Tiene una iglesia del mismo nombre que el pueblo y, alrededor, huertas. El sol iba subiendo por el horizonte y los frutos de las palmeras se tornaron más brillantes y más anaranjados. Nuestros compañeros habían hecho un buen viaje y nos dirigimos hacia el Parc Natural El Fondo = Parque Natural El Hondo.

 

 
Palmera datilera (Phoenix dactylifera)

 

Este Parque cuenta con 2.387 hectáreas de extensión. Es de gran importancia tanto por su valor ecológico como agrícola, cinegético y piscícola, pues contiene embalses que proceden de río Segura y saladares.


Entramos por la puerta norte. Por esta puerta sólo se accede si antes lo has solicitado. Las visitas se hacen los sábados de 9 a 12. Las demás entradas del Parque son libres y no se rigen por esos requisitos.



Parque Natural el Hondo

El sol inducía a engaño, ya que el viento soplaba en los observatorios, sobre todo en aquellos que eran torres. Vimos zampullín común (Trachybaptus ruficollis), pato colorado (Netta rufina), águila pescadora (Pandion haliaetus), pato cuchara (Anas clypeata), un aguilucho lagunero (Circus auruginosus) que atacaba a unos calamones (Porphyrio porphyrio). También avistamos el correlimos tridáctilo (Calidris alba), la malvasía cabeciblanca (Oxyra leucocephala), garcilla bueyera (Bubulcus ibis), garceta común (Egretta garzetta) y abundantes aviones roqueros (Ptyonoprogne rupestris), que no faltaron los tres días. 

 

En general, por las orillas de las lagunas que visitamos durante la excursión abundaban los altos carrizos y los eucaliptos. Cuando cerraron, nos dirigimos en los coches al Centro de Interpretación, en la parte oeste del Parque. Por esta zona observamos una bandada de morito común (Plegadis falcinellus), cigüeñuelas (Himantopus mimantopus), focha moruna (Fulica cristata), polla de agua (Gallinula chloropus), garza real (Ardea cinerea) y de nuevo el calamón.

 

 

Bando de Moritos sobrevolando el Parque Natural del Hondo

   

Al lado del Centro de Interpretación había un merendero, donde comimos nuestros bocadillos. Volvimos a San Felipe Neri a tomar el café. Para aprovechar las horas de luz que quedaban nos fuimos en coche a la puerta sur del Parque. Allí vimos tarros blanco (Tardona tadorna), una colonia de flamencos (Phoenicopterus roseus), avocetas (Recurvirostra avosetta), avefría europea (Vanellus vanellus), nuestra insignia de Grupo local de la SEO, busardo ratonero (Buteo buteo) y un buitrón (Cisticola juncidis) huidizo que logró fotografiar Cipri.

 

 

Flamencos (Phoenicopterus roseus)

 

Con la luna llena en el cielo, dimos un paseo por el pueblo. Junto a la puerta del castillo habían instalado un belén peculiar: las siluetas de las figuras estaban construidas con un armazón y lucecitas eléctricas de colores. Dentro, se vendían productos en los puestos de un mercadillo artesanal muy concurrido. Tomamos unas cervezas y para cenar picoteamos en el bar que una chica por la calle nos había recomendado. José Luis se puso muy contento porque, en la época que vivió en Santa Pola, cenaba muy a menudo en este lugar; de nombre Zero, pero cuando en otras ocasiones quiso volver no lograba encontrarlo. 

 

 

7 de diciembre.


Todos los días desayunábamos en una cafetería-churrería cercana al puerto.

"¿A qué velocidad iría el fulano para subirse a una rotonda que está tan alta?" -dijo Cipri.

 

El plan era visitar Clot de Galvany, el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola y el de Las Matas-Torrevieja. 

 

 

El paraje Natural Municipal de Clot de Galvany

 

Recorrimos en coche la urbanización de chalets Gran Alacant para acceder al paraje que, por esta parte, es una hondanada amplia, rodeada de viviendas. El lugar se incluyó en el Catálogo de Zonas Húmedas del Consejo de la Generalitat Valenciana el 10 de septiembre de 2002. Años después, el 1 de enero de 2005, lo declararon Paraje Natural Municipal.  


Grandes algarrobos con sus frutos llamaron nuestra atención, aunque tambíen los había pequeños, de repoblación. Algunos salados negros (Salsola oppositifolia) estaban en flor, otros conservaban las flores secas de hacia un año.

 

 

Salado negro (Salsola oppositifolia)

 

Vimos cigüeñuelas, porrón europeo (Aythya ferina) y a un pato cuchara que giraba sobre sí, con el pico dentro del agua para mover la tierra y sacar la comida. Fuera del agua, el sol hacía que una cerceta común (Anas crecca) le brillase el espejuelo verde con intensidad.

 

 
Macho y hembra de cerceta común

 

Había gente paseando o corriendo. Avanzamos y junto a un búnker, observamos a los alcaravanes (Burhinus oedicnemus) moverse entre el matorral. Cerca, en un árbol, un mochuelo europeo (Athene noctua), que nos daba la espalda, de vez en cuando, nos maravillaba con su giro de cabeza.

 


Observatorio situado al lado del búnker

Parque Natural de Las salinas de Santa Pola

 

Aparcamos no lejos de la Torre vigía Tamarit, conocida también por Torre de la Albufera o de las Salinas. Felipe II mandó construir las torres vigías con el fin de vigilar las naves que se acercaran al litoral, pero esta sirvió para comunicarse con las torres del campo de Elche. Pudimos ver gaviota picofina (Chroicocephalus geneis), charrán patinegro (Thalasseus sandvicensis) y gaviota patiamarilla (Larus michahellis), además de garcetas, cormoranes, flamencos y águila pescadora. 


 

Torre vigía Tamarit (Santa Pola)

 
Charrán patinegro (Thalasseus sandvicensis)

 

Nos marchamos en coche hasta las dunas de la playa del Pinet. A la derecha el Mediterráneo y a la izquierda lagunas. Alrededor pinos carrasco, piñoneros, eucaliptos, sosa alacranera (Sacocornia fruticosa), juncos churreros (Scirpus holoschoenus), salado negro (Salsola oppositifolia), etc. 

 

 
Salina de Santa Pola. Aquí José Luis dijo; "Allí hay sal para rellenar unos cuantos saleros"

 

Desde los miradores observamos cigüeñuelas, chorlito gris (Pluvialis squatarola), archibebe común (Tringa totanus), tarro blanco y gaviotas de Audouin (Larus audouinii). Algunos niños que iban con sus padres se entusiasmaban al ver tan de cerca las aves cuando les dejábamos usar nuestros telescopios. Agustín y yo nos despistamos del resto. Creí que habían elegido un camino, cuando tomaron el contrario. Aun con prisas y calor, contemplamos dos tarabillas (Saxicola torquatus) posadas en el pasamanos de las pasarelas. 

 

 

Observatorio salina de Santa Pola


Parque Natural Las Matas-Torrevieja.

 

Nos entretuvimos viendo y fotografiando a las ardillas que se nos acercaban o subían los troncos. Por fin llegamos al merendero para comer.

 

 

Ardilla roja o común (Sciurus vulgaris)

 

En los miradores soplaba bastante viento, pero tuvimos la suerte de ver al vuelvepiedras común (Arenaria interpres) y al correlimos tridáctilo, zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis), chorlito gris y chorlitejo patinegro (Charandrius alexandrinus), con su collar negro sin cerrar.

 

Por la noche volvimos a pasear por Santa Pola. Llegamos a la plaza Glorieta, donde algunos aprovecharon para comprar en una farmacia, tan abarrotada, que había que sacar número según necesitaras medicamentos con receta de la Seguridad Social, otras recetas, productos dermatológicos, etc. Mientras, el resto esperabamos charlando o jugando al balón con los niños. Entramos de nuevo en el mercadillo del castillo, menos lleno esta vez y unos cuantos nos dimos el capricho de comprar en varios puestos. Para terminar la jornada cenamos en el Zero. 

 

 

8 de diciembre.

 

El viento había amainado y el sol relucía como los días anteriores. Cipri no comentó lo del accidente cuando nos dirigíamos a la Torre de Tamarit. Vimos volar a espátulas (Platalea leucorodia) y a vuelvepiedras. También se dejó ver el zampullín cuellinegro.

 

 

Paraje Natural Municipal Laguna de Lo Monte.

 

Está situado al norte de Pilar de la Horadada, en el bajo Segura. José Luis y Gerardo dudaban sobre si las lagunas eran de invierno o de verano, ya que sólo alcanzamos a ver garza real, cormoranes (Phalacrocorax carbo), zampullín chico y focha común (Fulica atra). Alrededor del Paraje había campos de brócoli y de palmeras.

 

 

Parque Regional Salinas de San Pedro del Pinatar (Murcia).

 

Dejamos los coches en el aparcamiento de Coterillo. 

 

Observamos un grupo de chorlitejo grande (Chradrius hiaticula), chorlitejo patinegro, correlimos menudo y andarríos grande (Tringa ochropus). Un matrimonio se nos acercó y agradeció mucho que les invitáramos a mirar por los telescopios. Además, vimos cigüeñuelas y tarabillas europea.

 

La chica del Centro de Visitantes de Las Salinas nos aconsejó sitios donde ver aves. Debajo del alero del Centro fotografiamos un nido de golondrina dáurica y, después de seguir con la vista a una curruca capirotada (Sylvia atricapilla), se dejó retratar al posarse unos minutos en lo alto de un taray del jardín.  

 

En Lo Pagán, junto a un canal paralelo al Molino de Quintín, una garceta observaba un banco de peces que tomaban el sol muy cerca de la superficie del agua sucia. Anduvimos por el paseo construido entre la playa de la Mota y Las Salinas. Por el lado de la playa, un vuelvepiedras ejecutaba la acción que sugiere su nombre para picotear la comida pegada. 

 

Vuelvepiedras (Arenaria interpres)

 

Del lado de las charcas de Las Salinas, nos entretuvimos viendo avocetas, archibebe común (Tringa totanus), claro (Tringa nebularia) y oscuro (Tringa erythropus); otro vuelvepiedras, pero este con plumaje de verano, zampullín cuellinegro y gaviota picofina.

 

Pensábamos haber caminado hasta Las Encarrizadas, pero el tiempo apremiaba, por lo que decidimos regresar a Madrid. Luis y yo nos entretuvimos con un mosquitero muy huidizo.

 

Unos propusieron comer una paella en Calasparra, otros eran partidarios de comer en el campo y seguir mirando pájaros. El paisaje hasta Calasparra era de montes arbolados y campos de cultivos. La paella, magnífica. 

 

El otro grupo comió en un área de servicio y continuó el camino hasta la Reserva natural de la laguna de El Hito, situada entre los términos municipales de Montalbo y el Hito en Castilla-La Mancha. Es una laguna estacionaria, con un cierto carácter salino. Allí pudieron observar un gran número de grullas (Grus grus) y distintas especies de anátidas.  

 

 

Bando de anátidas sobrevolando la laguna de El Hito.

 

Cuando llegamos a Madrid una luna dorada salia por el horizonte.

 

 

Agradecimientos.

 

Muchas gracias a José Luis por lo bien que organizó la excursión y el conocimiento que tiene de los lugares que visitamos. Muchas gracias a cada uno de los que hicieron el viaje por lo agradable y fructífero que resultó todo. 




Crónica realizada por Antonia Galán.


Hasta la próxima excursión.

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jueves, 4 de diciembre de 2014

Autor: Cipri Blanco . Exposición fotográfica SEO-Vanellus 2014

Exposición fotográfica SEO-Vanellus 2014
Autor: Cipri blanco


"Cormorán". Cámara Nikon D7100, Objetivo 70/300 Nikon, Diafragma f11, Tiempo de exposición 1/150 s, ISO 640, Distancia focal 300 mm

"Garceta en el Hondo". Cámara Nikon D7100, Objetivo 150-600 Tamron, Diafragma f11, Tiempo de exposición 1/350 s, ISO 400, Distancia focal 600 mm

"Enseñando al niño". Cámara Nikon D7100, Objetivo 70/300 Nikon, Diafragma f11, Tiempo de exposición 1/400 s, ISO 640, Distancia focal 300 mm

"Hay algo más bonito que el verde del azulón". Cámara Nikon D7100, Objetivo 70/300 Nikon, Diafragma f9, Tiempo de exposición 1/800 s, ISO 640, Distancia focal 300 mm

"Guarro para comer". Cámara Nikon D7100, Objetivo 70/300 Nikon, Diafragma f, Tiempo de exposición 1/ s, ISO , Distancia focal 300 mm

"Zorro". Cámara Nikon D7100, Objetivo 70/300 Nikon, Diafragma f, Tiempo de exposición 1/ s, ISO , Distancia focal 300 mm

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martes, 18 de noviembre de 2014

Autor: Miguel Ángel Díaz. Exposición fotográfica SEO-Vanellus 2014

Exposición fotográfica SEO-Vanellus 2014
Autor: Miguel Ángel Díaz


Ruiseñor común (Luscinia megarhynchos). Cámara Canon EOS 60D, Objetivo 100-400 Canon, Diafragma f5.6, Tiempo de exposición 1/1250 s, ISO 500, Distancia focal 300 mm

Bigotudo (Panurus biarmicus). Cámara Canon EOS 60D, Objetivo 100-400 Canon, Diafragma f8, Tiempo de exposición 1/1250 s, ISO 500, Distancia focal 400 mm

Chorlitejo chico (Charidrius dubius). Cámara Canon EOS 60D, Objetivo 100-400 Canon, Diafragma f8, Tiempo de exposición 1/1250 s, ISO 500, Distancia focal 400 mm

Petirrojo (Erithacus rubecula). Cámara Canon EOS 60D, Objetivo 100-400 Canon, Diafragma f7.1, Tiempo de exposición 1/1250 s, ISO 500, Distancia focal 375 mm

Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala). Cámara Canon EOS 60D, Objetivo 100-400 Canon, Diafragma f5.6, Tiempo de exposición 1/1250 s, ISO 500, Distancia focal 400 mm

Lagartija ibérica (Podarcis hispanica). Cámara Canon EOS 60D, Objetivo 100-400 Canon, Diafragma f13, Tiempo de exposición 1/500 s, ISO 500, Distancia focal 300 mm


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viernes, 14 de noviembre de 2014

Autor: Luis Olivar Vara. Exposición fotográfica SEO-Vanelus 2014

Exposición fotográfica SEO-Vanellus 2014
Autor; Luis Olivar Vara


Cámara Nikon 7100, Diafragma f8, Tiempo de exposición 1/320 s, ISO 200, Distancia focal 500 mm
 
Camara Nikon 7100, Diafragma f8, Tiempo de exposición 1/1600 s, ISO 800, Distancia focal 600 mm

Cámara Nikon 7100, Diafragma f8, Tiempo de exposición 1/820 s, ISO 400, Distancia focal 400 mm
 
Cámara Nikon 7100, Diafragma f8, Tiempo de exposición 1/400 s, ISO 400, Distancia focal 600 mm

Cámara Nikon 7100, Diafragma f8, Tiempo de exposición 1/800 s, ISO 400, Distancia focal 450 mm

Cámara Nikon 7100, Diafragma f8, Tiempo de exposición 1/160 s, ISO 800, Distancia focal 500 m


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viernes, 2 de mayo de 2014

Excursión a Garrovillas de Alconétar y la comarca de Tajo-Salor-Almonte

Excursión a Garrovillas de Alconétar y la comarca de Tajo-Salor-Almonte 
2, 3 y 4 de mayo del 2014.

Excursión interna de los miembros del grupo SEO-Vanellus.

2 de Mayo.


Las poblaciones de Leganés, Fuenlabrada, Getafe y Madrid, fueron los distintos puntos de encuentro de los vehículos para esta excursión, que partieron a las 7:00 repartidos como sigue:


- Desde Leganés: José Luis, Luis Olivar y Miguel Ángel. 

- Desde Fuenlabrada: Félix Arribas, Laura Llorente, Margarita Gutiérrez y Paco Gutiérrez y desde Loranca Cipri, Agustín y Lidia.

- Desde Getafe: Enrique y Loli.

- Desde Madrid: Gerardo, Carolina y Antonia.


Nos reunimos en el área de servicio que hay pasando el pueblo de Santa Olalla, donde se comentaron las carreteras para llegar a la primera zona de visita, que sería ya en la jurisdicción de Garrovillas. Después de tomar un café, continuamos con nuestro viaje. El tiempo nos acompañaba y presagiaba unos días de primavera buenos. 


Garrovillas de Alconétar pertenece a la provincia de Cáceres, de cuya capital está algo más de 35 Km. Se encuentra dentro del valle del Tajo, muy cerca de dicho río, de transcendental importancia para el pueblo. El término municipal se extiende por 207 kilómetros cuadrados en ambas orillas del río. En tiempo no muy lejanos fue cabeza de partido judicial y a él pertenecían 13 pedanías. 


El paso o vado de Alconétar en el río Tajo le dio toda la personalidad histórica y cultural a este pueblo, señorío medieval de Garrovillas de Alconétar que llegó a tener unos 800 kilómetros cuadrados con todas las pedanías mencionadas. Este señorío fue regido por la Orden del Temple hasta que paso a manos de los Condes de Alba de Aliste, los grandes promotores de los monumentos que se conservan actualmente. 


Si hay que nombrar algún monumento o referencia historia del pueblo, dentro de las muchas que tiene, nos quedaremos con la Plaza porticada, el Vado de Alconétar, y su convento de San Antonio de Padua actualmente en ruinas. Y cómo no hacer referencia a su importante pasado musical: en la parroquia de Santa María se conserva el órgano más antiguo de la Península Ibérica y de Europa, donde todavía hoy se sigue interpretando música renacentista. De este pasado musical, cabe destacar la existencia de hasta cinco órganos con sus músicos profesionales, que mantenían una escuela de organistas y maestros cantores. 


Y para finalizar este escueto resumen de los valores históricos del pueblo, pues se podrían escribir cientos de páginas, hacer una referencia a Domingo Marcos Durán, autor de tres tratados musicales: "Lux Bella" (1492) primeras notas musicales en Castellano (primer tratado en letras castellanas) que se conocen, "Comento de Lux Bella" (1498) y "Sumula de canto de órgano, contrapunto y composición" (1502) y también hacer referencia al introductor de la música en Filipinas, Fray Juan de Garrovillas que nació en la localidad en el siglo XV. 


Otro capítulo tan importante como el anterior es el de los valores naturales, que la jurisdicción de Garrovillas tiene. La diversidad de espacios naturales que engloba  es de una variabilidad espectacular para el visitante. Aquí haremos un escueto recuento de esos espacios:


-Valle de Araya. Recientemente el ayuntamiento ha reforestado los márgenes de este arroyo, zona habitual de senderismo y observación de aves.

-En el río Tajo y el río Almonte, con arbolados en sus orillas de acebuche y zonas de retamares tan importantes para las aves, es una de las ZEPAS del pueblo y abarca todas sus orillas.

-Los pinares. Con más de 1100 ha de bosque con árboles de diferentes edades, muchos majestuosos, se trata de otra de las ZEPAS del pueblo, con gran importancia para las rapaces y cigüeña negra.

-Las dehesas, cuyas formaciones de encinas dan cobijo a rabilargos, currucas, alcaudones, etc...

-Todo el arbolado alrededor del pueblo constituido por almendros (que abarcan muchas hectáreas), higueras, olivos y otros frutales junto con chumberas y una gran diversidad de plantas, que hacen en primavera las delicias de cualquier aficionado a ellas, como las orquídeas.

-La tercera ZEPA se ubica en el casco del pueblo y protege la colonia de cernícalos primillas que nidifican tanto en las iglesias de San Pedro y Santa María, como en tejados de casas.

-Otras zonas de interés son  Rehana, albuferas, Doñana, etc…

Centrándonos en  nuestra excursión, llegamos a la reculas del embalse de Alcántara, zona donde actualmente se encuentra el Puente Mantible de origen romano. Originariamente éste se encontraba en las proximidades del Castillo de Alconétar, paso de importancia en el río Tajo. 

Puente Romano de Mantible

Participantes de la excursión

En esta zona vimos una pareja de vencejos reales, garcetas comunes, milano negro, águila culebrera, aguililla calzada, golondrinas dáuricas y comunes etc... También se pudieron ver entre las grietas del puente Mantible, murciélagos  y salamanquesas.


Murciélago rabudo (Tadarida teniotis)

La zona está constituida por una vegetación predominante de retamares en las lomas y cerros, y tamujales en las orillas del embalse. Toda la zona está compuesta por una serie de cerros que van perdiendo altura hasta caer en la fosa del embalse.

Después volvimos a coger la antigua carretera de Salamanca hasta la salida hacia Garrovillas de Alconétar, cogimos esta desviación y tras unos cientos de metros tomamos el camino a mano izquierda que nos llevaría hasta la ermita de la patrona del pueblo, La Virgen de Altagracia. Durante todo el recorrido pudimos observar vastas extensiones de campos con suaves pendientes que en la vertiente norte se hacían más acusadas y campos esteparios, buenos para todo tipo de alaúdidos. Se dejaron ver cogujadas y calandrias, estas últimas nos permitieron ver sus vuelos de cerca. No faltaron trigueros, golondrinas y, ya cerca de la ermita, algún buitre leonado, milano negro y aguililla calzada.

La ermita, del siglo XIII aproximadamente, aunque su trazado gótico data del siglo XV, tiene también remodelaciones renacentistas. El origen del culto a la virgen se remonta a la época visigoda. La Virgen de Altagracia de Garrovillas fue la precursora de todas las Altagracias que recorren los países de Centroamérica y Sudamérica. Gracias al ermitaño pudimos ver y observar este monumento, tanto por fuera como por dentro, y por cierto el ermitaño nos proporcionó unos instantes de descanso y nos regaló con unas viandas que él tenía (embutido de chorizo) y refrescamos el gaznate con refrescos etc... Desde aquí, le damos las gracias.

También después de un recorrido por los alrededores se observaron unas tumbas de origen celta y restos de un asentamiento celtibérico.


Tumba Celta

Con ganas de comer y ver paisajes distintos, nos dirigimos al paraje llamado de la carretera cortada de  Garrovillas, que se encuentra justo en sentido contrario al camino de Altagracia, después de cruzar la actual carretera que nos lleva al pueblo. La carretera en desuso nos va llevando poco a poco a través de unos campos con mucho monte hasta un encinar, que termina en las orillas del embalse. Aquí comimos y observamos varias especies de jaras y jaguarzos. Durante todo el recorrido se vieron rabilargos, collalba rubia, abejarucos, milanos negros, buitre leonado, alcaudón común, currucas, golondrinas, en las orillas del embalse algún chorlitejo chico, etc...

Antes de dirigirnos de nuevo al albergue, aún tuvimos la oportunidad de acercarnos al paraje conocido como Araya; aquí de nuevo cambiamos de paisaje y nos encontramos con un valle de un riachuelo fresco con sus orillas cubiertas de juncos, mentas y gramíneas verdes, que nos invitaron a dar un paseo. Es un lugar en el que el ayuntamiento está logrando crear un espacio medioambiental de gran valor para la biodiversidad, mediante repoblaciones de pino piñonero y otros árboles y acondicionando el camino que lo recorre. Con nuestras cámaras pudimos captar imágenes de trigueros, carboneros y gorriones morunos (muy abundantes). Se observaron, como en todas las paradas y zonas visitadas; los milanos negros, aguililla calzada y un ejemplar de águila culebrera.


Triguero

También tuvimos la suerte de ver dentro de los anfibios, un ejemplar de ranita meridional. Entre los insectos destacar algunas libélulas de colores encendidos que fotografiamos para el recuerdo.

Libélula emperador


Cuando salimos de Araya y retomamos la carretera que nos llevaría a Garrovillas y un poco antes de pasar el arroyo del Morisco, los ocupantes del primer coche observamos un ejemplar de meloncillo cruzando la carretera; para algunos/as era la primera vez que veían un meloncillo en la naturaleza.


Ya por fin llegamos a Garrovillas de Alconétar sobre las 19:30 h, donde nos deslumbra su bonita Plaza Porticada Mudéjar-renacentista, su Palacio de los Conde de Alba de Aliste, hoy convertido en hospedería, donde tomamos alguna bebida y descansamos un poco. Después recorrimos varias tiendas donde compramos varios productos de la tierra como patateras, miel, etc...


Plaza Porticada de Garrovillas

También en el pueblo vimos algún cernícalo primilla, estorninos negros, gorriones comunes, verderones, golondrinas comunes, vencejos etc... Después de ver las dos iglesias principales del pueblo y la casa de los templarios nos dirigimos al albergue, donde nos dieron nuestras habitaciones y cenamos con platos típicos de la zona.


Antes de irnos a dormir, nos apeteció conocer el corral de comedias del pueblo. Aunque mucho más moderno que el de Almagro, es una réplica muy exacta  de éste. Tuvimos la suerte de llegar en el momento que actuaban una pareja de cantantes y escuchamos su último tema. Luego realizamos un paseo por las calles principales del pueblo y al llegar al albergue nos fuimos a descansar a nuestros aposentos para afrontar el día siguiente.


3 de Mayo.


Nos levantamos sobre las  7:30 h y después de desayunar Joan y Esther, nos presentaron a un grupo de portugueses que nos iban a acompañar por la mañana. También nos estaba esperando para acompañarnos Rubén Martín, un amigo al que aprecio mucho y buen entendedor de las aves y que se le dan muy bien plasmarlas en el papel: ¡suya es la Avefría que representa nuestro Grupo!

Esperando en la puerta del albergue

Sobre las 8:30 h salimos del albergue con la intención de observar con más detenimiento los cernícalos primillas en Santa María y San Pedro y algunos ejemplares nos regalaron con sus vuelos. Al llegar a San Pedro nos dimos cuenta, de que solamente un nido estaba ocupado por las cigüeñas blancas. Yo comenté el gran problema que existe con el párroco del pueblo, pues no está concienciado de que estas aves junto con los cernícalos primillas, lechuzas y autillos son también patrimonio del pueblo, y que no tienen por qué hacer daño a las estructuras de las iglesias, pues para todo hay remedio. Se pueden instalar atalayas, como ya se ha hecho para las cigüeñas, y vasijas de barro para cernícalos para que los ciudadanos del pueblo sigan disfrutando del crotoreo y la beneficiosa presencia en sus campos de cernícalos primillas y lechuzas , auténticos controladores de plagas como insectos y roedores.


Durante el recorrido

Durante un recorrido que sale por los callejones de San Pedro, bordeamos el pueblo hasta el convento en ruinas de San Antonio de Padua. Se observaron aves típicas de zonas habitadas como gorriones comunes, tórtolas turcas, vencejos, jilgueros, verdecillos y otros. A la llegada a la zona del convento, dos parejas de aviones roqueros nos dan la bienvenida con sus vuelos acrobáticos dejando ver los lunares blancos característicos en las rectrices; estas aves están nidificando dentro de las ruinas del claustro. También observamos un roquero solitario con su color azul cobalto en lo alto de la espadaña de la iglesia.

Este convento fue mandado construir por la familia de los Condes de Alba de Aliste (como todos los monumentos del pueblo) por la liberación de don Enrique Enríquez que estuvo prisionero de los portugueses tras la batalla de Toro en 1476. La vista de este espléndido convento con su claustro es dantesca y demuestra la dejadez y el poco interés por nuestra historia y patrimonio. Todavía se ven frescos de monjes en sus paredes, estuvo adornado con obras de arte y fue un gran centro de cultura. Todo se vino abajo tras su abandono a partir de la desamortización de Mendizábal y su posterior deterioro.  Se trata de un convento tan importante como los de Yuste o Guadalupe pues de aquí salieron notables maestros de la música hacia Filipinas y evangelizadores hacia el Nuevo Mundo, no se le ha tenido nunca en cuenta a pesar de los escritos y demás informes para su reconstrucción, por lo menos del edificio de la iglesia y el claustro. 

Los Reyes católicos hicieron noche el 11 de octubre de 1487 tras celebrar la boda de su hija Isabel con el rey don Manuel de Portugal. Aquí la Reina recibió la triste noticia de la muerte del príncipe Juan, de mano del Rey Fernando que regresaba de Salamanca. También acudió al recibir la noticia el Cardenal Cisneros para acompañar a los reyes en estos tristes momentos. Podríamos escribir muchos acontecimientos de importancia que ocurrieron entre sus paredes pero se alargaría esta crónica en demasía.


Ruinas del convento de San Antonio de Padua

Después de la visita al convento, iniciamos un itinerario por los caminos que nos llevarían a las canteras del Morgado. Primero nos acercamos para ver el gran pozo del millón, llamado así porque dicen que costó ese dinero o porque dicen igualmente que en él se encuentra esa fortuna “pero en pesetas” que esa leyenda es antigua.

Cruzamos la carretera de Mata de Alcántara y tomamos uno de los caminos que nos lleva a la cantera. Vamos todo el rato acompañados por campos llenos de almendros. Aquí se celebra por el mes de febrero la fiesta del almendro en flor, por las muchas hectáreas de este frutal. Pero también vemos olivos, encinas, higueras, etc.., que dan alimento a muchas aves que se alimentan de los insectos que se crían en sus cortezas y frondas. También observamos la vegetación, entre la que destacamos; jaras rizadas, cantuesos, hinojos, dedaleras, correhuela (Convolvulus althaeoides), compuestas de todas clases (como por ejemplo Tolpis barbata), zarzas, rosales silvestres, alverjas, fumarias y una planta que se ha naturalizado, el Zumaque (esta planta se utilizaba junto con la cascara de pino para curtir las pieles).

jara rizada (Cistus crispus)

Entre las aves, abubillas, cucos (uno se dejó ver muy bien), alcaudones comunes, cogujadas, milanos negros, calzadas, un ejemplar de culebrera, algún cernícalo primilla, tarabillas comunes, rabilargos, abejarucos, jilgueros, currucas cabecinegras, etc.., es decir, aves del bosque mediterráneo. Ya a la vuelta decidimos, tras despedirnos de los acompañantes de Portugal, comer en el albergue a la sombra e hidratarnos con bebidas apropiadas para continuar por la tarde.

Después de descansar, nos dirigimos hacia las dos charcas que se encuentran próximas al pueblo llamadas de las Albuferas. Son dos charcas represadas por sendos muros en un arroyo con la finalidad en tiempos de dar de beber al ganado. Hoy en día están dentro de un parque para el disfrute de los garrovillanos. En este paraje se puede hacer, a lo largo del año, observaciones de limícolas y otras especies ligadas a este humedal. Nosotros observamos a una garza real, que nos demostró como pescaba con mucho sigilo y también algún chorlitejo chico. No tuvimos mucha suerte y no estaba muy animada la cosa respecto a las aves, pero no faltaron las lavanderas blancas y otros pajarillos que venían a beber a sus orillas. Pero os puedo decir; que yo aquí he visto charrancitos, andarríos grandes y chicos, fochas, zampullines y otros. 


Garza real pescando

Una vez finalizada la visita a estas charca nos dirigimos, después de pasar el pueblo con dirección Navas del Madroño, hacia el paraje conocido como Valdemilano. Esta zona bien tiene ganado su nombre, pues los milanos negros son los señores de sus campos cubiertos de pinos piñoneros. Cuando ya dejamos los últimos pinos, sale un camino a mano izquierda que nos lleva al embalse que abastece al pueblo. Allí estuvimos un buen rato sentados y mereció la pena, ya que entre los hermosos pinos nos apareció una cigüeña negra a escasa altura que sorprendida al vernos, dio un giro y se alejo. 


Cigüeña negra

En la orilla contraria apareció un martín pescador, al que le seguimos la pista hasta su percha, pero se fue y no nos dio tiempo a fotografiarle. Se observo alguna aguililla calzada y los milanos negros. De los pequeños paseriformes: jilgueros, trigueros, pinzones, verdecillos y un escribano soteño. También un par de parejas de azulones que con las golondrinas comunes y dáuricas, aviones y vencejos, daban una nota de vida al embalse y a los pinares de la zona.


Pinos piñoneros
Como pegaba el sol, todos teníamos ganas de refrescarnos y, aprovechando que hay una fuente de manantial de agua fresca en el término de Navas, nos dirigimos hacia ella. Esta fuente tiene por nombre La Nacivera y mantiene un chorro de agua todo el año abundante que los lugareños aprecian mucho. Allí saciamos nuestra sed y en las charcas que se forman en sus orillas observamos ranas y una variedad de orquídea, Serapias de flor pequeña (Serapias parviflora).

Serapias parviflora

Una vez llenos nuestros estómagos de agua como gibas, volvimos hacia atrás por donde habíamos venido hasta llegar al cruce de las carreteras de Navas y Mata de Alcántara, en la entrada de Garrovillas, para tomar la carretera de Mata de Alcántara que nos llevó al paraje conocido como Rehana. Un arroyo grande que da forma a un sitio precioso que invita para perderse un par de horas por su orillas sombreadas por fresnos, sauces, encinas, etc... Después de saltar un pequeño muro que hay al final del arroyo de dicho espacio, empezamos a andar por una zona de bosque mediterráneo puro. Donde a una orilla del arroyo, dominaban las encinas y al otro, los majestuosos pinos piñoneros y a ambos lados los roquedos de granito. Aquí disfrutamos de una vegetación compuesta por ruscos, dedaleras, encinas, pinos piñoneros, escobas etc.., y algunos tuvimos la suerte de ver una musgaña cruzando el arroyo repleto de flores blancas de ranúnculo.

En esta zona se dejaron ver mitos, pinzones vulgares, alcaudón común, carboneros comunes, milanos negros, cogujadas etc. Después de empaparnos de naturaleza y queriendo quedarnos más rato, pues eran muchos los sitios que estábamos viendo, decidimos volver al albergue ya que la luz se iba y la paciencia de Joan y Esther esperándonos para la cena se podía acabar. La cena en el albergue fue estupenda. Esther y Joan se esmeraron y no cesaban de traer platos de buena carne preparada a la parrilla; algunos con hambre de león daban buena cuenta de ello. No faltaron la bebida y el postre a elegir entre dos típicos de la zona. Entre bromas y buen ambiente, incluso se incitó a cantar algún cante folk de la tierra, se fue pasando la velada y ya cansados sobre la una nos fuimos a dormir.

4 de Mayo.

Amanecía ya nuestro último día en esta salida. Después  de desayunar sobre las 8:00 h, recogíamos nuestras pertenencias  y nos despedíamos de Joan y Esther. Nos dirigimos a una laguna de origen artificial pero muy antigua, que mantiene su masa de agua por un muro de piedra sobre un arroyo. Hablamos de la charca del Tío Cueto en jurisdicción de  Mata  de Alcántara. Para llegar hasta allí tomamos la carretera que sale de Garrovillas con dirección Alcántara.

Cerca de Rehana vimos atropellado un tejón, es muy elevado el tributo que las carreteras se cobran en vidas de animales por lo que siempre hay que ir con  velocidad moderada para evitar el máximo posible de muertes de animales por atropello. Después de dejar los coches  en una explanada que hay al lado de la carretera, cruzamos dicha carretera y nos adentramos en un camino que nos llevó hasta la charca del Tío Cueto, tras pasar una cancela que volvimos a cerrar. 

La primera impresión de esta zona es como no, el espléndido humedal con sus orillas verdes de juncias, juncos, poleo, algunos fresnos y tarays. También  los afloramientos de rocas en la misma orilla, que dan muchos lugares donde las garzas reales se posan esperando quizás pescar algún batracio o un pez. Dimos un paseo agradable hasta toparnos de repente con un martín pescador en un bosquete de tarays inundado; todos lo pudimos observar a placer, pues parecía que no le importase nuestras miradas, y la suerte quiso que observásemos otro más en los mismos tarays. Debían ser pareja y estarían cerca de su nido. También se observó algún zarcero común, lavandera blanca, gallineta europea, milano negro y anátidas, entre otros.


Martín pescador

Una vez finalizada la visita a la Charca del Tío Cueto continuamos con dirección Alcántara. En menos de 30 minutos estábamos contemplando el gran puente romano de Alcántara, una obra de ingeniería impresionante para poder pasar el Tajo, que se construyó entre 105 y 106 d.C. comunicaba las ciudades de Norba Caesarina Conimbriga. Está construido con sillares almohadillados de granito  tiene seis arcos de medio punto y en su centro un arco triunfal. En sus laterales se encuentra un altar de sacrificios y en el extremo contrario del puente, un puesto de vigilancia ya usado como tienda, que vigilaba la entrada y salida del puente en dirección Portugal.  Por encima del puente romano está la presa que origina el gran embalse de Alcántara sobre el Tajo, de producción eléctrica. Da miedo pensar que sucedería si esta presa cediera a la presión del agua, el puente romano sería destruido y arrastrado hacia Portugal todas sus piedras.


Puente romano de Alcántara

Desde el mismo puente romano observamos los grupos de vencejos comunes y pálidos que volaban debajo de sus arcos; se podía diferenciar bien las dos especies. El pálido es un poquitín más corto de alas y cola y, por supuesto, tiene un color más pardusco y no tan negro. Se observó también un andarríos chico. Y para el viajante más curioso decirle que se fije en las piedras del arco del triunfo, pues en él se observan los murciélagos del género Pipistrelus durmiendo entre sus recovecos y fisuras. Después de disfrutar de las vistas desde el puente, nos dirigimos hacia un observatorio grande que existe carretera arriba. Es una especie de plataforma voladiza enorme de hormigón enfrente de la presa de Alcántara que da un poco de vértigo pues está a bastante altura. Desde aquí se observaban las palomas bravías que se encontraban posadas cerca de las salidas de agua de la presa.

Presa de Alcántara 

Aunque no estaba programado que nos acercáramos a ver la población de Alcántara, decidimos ir a comer cerca del convento de San Benito, y fue todo un acierto, pues antes de llegar a él observamos jilgueros con lo que quedaba patente la abundancia de esta ave en la comarca, verdecillos, gorriones y al pasar un arco nuestra vista y cámaras se fueron directas a mirar un precioso nido de avión roquero en el que, a escasa altura, 3 pollos ya grandes de dicha especie nos dejaron un grato recuerdo. 


Avión roquero

Nido de avión roquero

En todo el camino hacia el convento observamos y fotografiamos dichas aves fácilmente, pero todavía el espectáculo de aves nos deparaba la observación de bastantes nidos de cigüeña blanca sobre el convento, y nutridos bandos de aviones comunes y golondrinas dáuricas cogiendo barro para sus nidos en unos charcos. También se dejaron ver las tórtolas turcas, gorriones y alguna grajilla.


Convento de San Benito

Aquí en unas escalinatas del convento comimos y descansamos. Este convento de San Benito fue cuna y sede de la Orden de Alcántara, institución militar de importancia histórica para España, sobre todo en la época de Felipe II, como atestiguan los hermosos escudos con la cabeza bicéfala representando el Imperio Español y sus territorios de la Península y posesiones de Alemania, Países Bajos y de la Península Italiana. 

Nos quedaba otra visita antes de partir hacia Madrid: en la carretera de Alcántara a Brozas nos topamos con varias charcas grandes todas importantes para las aves acuáticas y decidimos visitar la que se dirige al Balneario de Brozas. Estaba preciosa con sus márgenes verdes, y allí se nos mostraron somormujos lavancos (incluso vimos un nido de ellos con dos huevos), ánades frisos, azulones europeos, fochas comunes (también se vio un nido de ellas), garza real, zampullines chicos etc... y muchos paseriformes de los que destacaban los jilgueros.


Somormujo lavanco

Esta charca tiene mucha importancia porque en ella se congregan las cigüeñas negras antes de su partida hacia sus cuarteles de África, y por la gran cantidad de aves acuáticas que se ven en invierno.

Ya nos daban las 17:00 h y con ganas de ver más zonas, pero tuvimos que tomar la decisión de partir hacia Madrid para no llegar demasiado tarde.

Sólo nos queda agradecer la acogida del grupo por parte de Esther y Joan  en el albergue de la Higuera. Desde aquí lo recomendamos por su buen trato y esperamos que en Garrovillas de Alconétar se entienda; que un pueblo sin sus vecinos las cigüeñas, cernícalos primillas, lechuzas, autillos, murciélagos etc... es un espacio sin vida, y que valoren como nosotros las piedras, las aves y demás seres que hacen a un pueblo grande y espectacular. Con este deseo termino esta crónica, esperando volver con todos mis amigos de nuevo al Señorío de Garrovillas de Alconétar.

Se observaron un total de 67 especies:

-Zampullín Chico (Tachybaptus ruficollis)                     
-Somormujo Lavanco (Podiceps cristatus)
-Garceta Común (Egretta garzetta)
-Garza Real (Ardea cinerea)
-Cigüeña Blanca (Ciconia ciconia)
-Cigüeña Negra (Ciconia nigra)
-Ánade Friso (Anas strepera)
-Azulón Europeo (Anas platyrhynchos)
-Milano Negro (Milvus migrans)
-Milano real (Milvus milvus)
-Buitre Leonado (Gyps fulvus)
-Buitre negro (Aegypius monachus)
-Busardo Ratonero (Buteo buteo)
-Culebrera Europea (Circaetus gallicus)
-Aguililla Calzada (Aquila pennata)
-Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus)
-Cernícalo Primilla (Falco naumanni)
-Gallineta Común (Gallinula Chloropus)
-Focha Común (Fulica atra)
-Chorlitejo Chico (Charadrius dubius)
-Andarríos Chico (Actitis hypoleucos)
-Paloma Bravía (Columba livia)
-Tórtola Turca (Streptopelia decaocto)
-Tórtola Europea (Streptopelia turtur)
-Cuco Común (Cuculus canorus)
-Vencejo Real (Apus melba)
-Vencejo Común (Apus apus)
-Vencejo Pálido (Apus pallidus)
-Martin Pescador (Alcedo atthis)
-Abejaruco Común (Merops apiaster)
-Abubilla (Upupa epops)
-Cogujada Común (Galerida cristata)
-Calandria (Melanocorypha calandra)
-Golondrina Común (Hirundo rustica)
-Golondrina Dáurica (Cecropis daurica)
-Avión Común (Delichon urbicum
-Avión Roquero (Ptyonoprogne rupestris)
-Lavandera Blanca (Motacilla alba)
-Ruiseñor Común (Luscinia megarhynchos)
-Colirrojo Tizón (Phoenicurus ochruros)
-Tarabilla Común (Saxicola torquatus)
-Collalba Rubia (Oenanthe hispanica)
-Roquero Solitario (Monticola solitaius)
-Mirlo Común (Turdus merula)
-Ruiseñor Bastardo (Cettia cetti)
-Buitrón (Cisticola juncidis)
-Zarcero Común (Hippolais polyglotta)
-Curruca Rabilarga (Sylvia undata)
-Curruca Cabecinegra (Sylvia melanocephala)
-Papamoscas Cerrojillo (Ficedula hypoleuca)
-Mito (Aegithalos caudatus)
-Herrerillo Común (Cyanistes caeruleus)
-Carbonero Común (Parus major)
-Alcaudón Común (Lanius senator)
-Oropéndola (Oriolus oriolus)
-Rabilargo (Cyanopica cyanus)
-Cuervo (Corvus corax)
-Estornino Negro (Sturnus unicolor)
-Gorrión Común (Passer domesticus)
-Gorrión Moruno (Passer hispaniolensis)
-Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs)
-Verdecillo (Serinus serinus)
-Verderón Común (Carduelis chloris)
-Jilguero (Carduelis carduelis)
-Pardillo Común (Carduelis cannabina)
-Triguero (Emberiza calandra)
-Escribano Soteño (Emberiza cirlus)

Crónica realizada por Francisco Gutiérrez.


Hasta la próxima excursión.

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