Una vez finalizada la visita a estas charca nos dirigimos, después de pasar el pueblo con dirección Navas del Madroño, hacia el paraje conocido como Valdemilano. Esta zona bien tiene ganado su nombre, pues los milanos negros son los señores de sus campos cubiertos de pinos piñoneros. Cuando ya dejamos los últimos pinos, sale un camino a mano izquierda que nos lleva al embalse que abastece al pueblo. Allí estuvimos un buen rato sentados y mereció la pena, ya que entre los hermosos pinos nos apareció una cigüeña negra a escasa altura que sorprendida al vernos, dio un giro y se alejo.
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Cigüeña negra |
En la orilla contraria apareció un martín pescador, al que le seguimos la pista hasta su percha, pero se fue y no nos dio tiempo a fotografiarle. Se observo alguna aguililla calzada y los milanos negros. De los pequeños paseriformes: jilgueros, trigueros, pinzones, verdecillos y un escribano soteño. También un par de parejas de azulones que con las golondrinas comunes y dáuricas, aviones y vencejos, daban una nota de vida al embalse y a los pinares de la zona.
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Pinos piñoneros |
Como
pegaba el sol, todos teníamos ganas de refrescarnos y, aprovechando que hay una
fuente de manantial de agua fresca en el término de Navas, nos dirigimos hacia ella. Esta fuente tiene por nombre La Nacivera y mantiene un chorro de agua
todo el año abundante que los lugareños aprecian mucho. Allí saciamos nuestra
sed y en las charcas que se forman en sus orillas observamos ranas y una variedad de orquídea, Serapias de flor pequeña (Serapias parviflora).
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Serapias parviflora |
Una
vez llenos nuestros estómagos de agua como gibas, volvimos hacia atrás por
donde habíamos venido hasta llegar al cruce de las carreteras de Navas y Mata
de Alcántara, en la entrada de Garrovillas, para tomar la carretera de Mata de Alcántara que nos llevó al paraje
conocido como Rehana. Un arroyo grande que da forma a un sitio precioso que invita para perderse un par de horas por
su orillas sombreadas por fresnos,
sauces, encinas, etc... Después de saltar un pequeño muro que hay al final del
arroyo de dicho espacio, empezamos a andar por una zona de bosque mediterráneo
puro. Donde a una orilla del arroyo, dominaban las encinas y al otro, los
majestuosos pinos piñoneros y a ambos lados los roquedos de granito. Aquí
disfrutamos de una vegetación compuesta por ruscos, dedaleras, encinas, pinos piñoneros, escobas etc.., y algunos
tuvimos la suerte de ver una musgaña cruzando el arroyo repleto de flores
blancas de ranúnculo.
En
esta zona se dejaron ver mitos,
pinzones vulgares, alcaudón común, carboneros comunes, milanos negros,
cogujadas etc. Después
de empaparnos de naturaleza y queriendo quedarnos más rato, pues eran muchos
los sitios que estábamos viendo,
decidimos volver al albergue ya que la luz se iba y la paciencia de Joan y
Esther esperándonos para la cena se podía acabar. La cena en el albergue fue estupenda. Esther y Joan se esmeraron y no cesaban de traer platos de buena carne preparada a la parrilla; algunos con hambre de león daban buena cuenta de ello. No faltaron la bebida y el postre a elegir entre dos típicos de la zona. Entre bromas y buen ambiente, incluso se incitó a cantar algún cante folk de la tierra, se fue pasando la velada y ya cansados sobre la una nos fuimos a dormir.
4 de Mayo.
Amanecía
ya nuestro último día en esta salida. Después
de desayunar sobre las 8:00 h, recogíamos nuestras pertenencias y nos despedíamos de Joan y Esther. Nos
dirigimos a una laguna de origen artificial pero muy antigua, que mantiene su
masa de agua por un muro de piedra sobre un arroyo. Hablamos de la charca del
Tío Cueto en jurisdicción de Mata de Alcántara. Para llegar hasta allí tomamos
la carretera que sale de Garrovillas con dirección Alcántara.
Cerca
de Rehana vimos atropellado un tejón, es muy elevado el tributo que las
carreteras se cobran en vidas de animales por lo que siempre hay que ir
con velocidad moderada para evitar el
máximo posible de muertes de animales por atropello. Después
de dejar los coches en una explanada
que hay al lado de la carretera, cruzamos dicha carretera y nos adentramos en
un camino que nos llevó hasta la charca del Tío Cueto, tras pasar una cancela que volvimos a cerrar.
La primera impresión de esta zona es como no, el
espléndido humedal con sus orillas verdes de juncias, juncos, poleo, algunos
fresnos y tarays. También
los afloramientos de rocas en la misma orilla, que dan muchos lugares
donde las garzas reales se posan esperando quizás pescar algún batracio o un
pez. Dimos
un paseo agradable hasta toparnos de repente con un martín pescador en un bosquete de tarays inundado; todos lo pudimos observar a placer, pues parecía
que no le importase nuestras miradas, y la suerte quiso que
observásemos otro más en los mismos tarays. Debían ser pareja y
estarían cerca de su nido. También se observó algún zarcero común, lavandera
blanca, gallineta europea, milano negro y anátidas, entre otros.
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Martín pescador |
Una
vez finalizada la visita a la Charca del Tío Cueto continuamos con dirección
Alcántara. En menos de 30 minutos estábamos contemplando el gran puente romano
de Alcántara, una obra de ingeniería impresionante para poder pasar el Tajo,
que se construyó entre 105 y 106 d.C. comunicaba las ciudades de Norba Caesarina y Conimbriga. Está construido con sillares almohadillados de
granito tiene seis arcos de medio punto
y en su centro un arco triunfal. En sus laterales se encuentra un altar de
sacrificios y en el extremo contrario del puente, un puesto de vigilancia ya
usado como tienda, que vigilaba la entrada y salida del puente en dirección
Portugal. Por encima del puente romano
está la presa que origina el gran embalse de Alcántara sobre el Tajo, de
producción eléctrica. Da miedo pensar que sucedería si esta presa cediera a la
presión del agua, el puente romano sería destruido y arrastrado hacia Portugal
todas sus piedras.
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Puente romano de Alcántara |
Desde
el mismo puente romano observamos los grupos de vencejos comunes y pálidos que
volaban debajo de sus arcos; se podía diferenciar bien las dos especies. El pálido
es un poquitín más corto de alas y cola y, por supuesto, tiene un color más
pardusco y no tan negro. Se observó también un andarríos chico. Y
para el viajante más curioso decirle que se fije en las piedras del arco del
triunfo, pues en él se observan los murciélagos del género Pipistrelus durmiendo entre sus recovecos y fisuras. Después
de disfrutar de las vistas desde el puente, nos dirigimos hacia un observatorio
grande que existe carretera arriba. Es una especie de plataforma voladiza
enorme de hormigón enfrente de la presa
de Alcántara que da un poco de vértigo pues está a bastante altura. Desde aquí
se observaban las palomas bravías que se encontraban posadas cerca de las
salidas de agua de la presa.
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Presa de Alcántara |
Aunque
no estaba programado que nos acercáramos a ver la población de Alcántara,
decidimos ir a comer cerca del convento
de San Benito, y fue todo un acierto, pues antes de llegar a él observamos
jilgueros con lo que quedaba patente la abundancia de esta ave en la comarca,
verdecillos, gorriones y al pasar un arco nuestra vista y cámaras se fueron
directas a mirar un precioso nido de avión roquero en el que, a escasa altura, 3 pollos ya grandes de dicha especie nos dejaron un grato recuerdo.
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Avión roquero |
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Nido de avión roquero |
En todo el
camino hacia el convento observamos y fotografiamos dichas aves fácilmente, pero todavía el espectáculo de
aves nos deparaba la observación de bastantes nidos de cigüeña blanca sobre el
convento, y nutridos bandos de aviones
comunes y golondrinas dáuricas cogiendo barro para sus nidos en unos charcos.
También se dejaron ver las tórtolas turcas, gorriones y alguna grajilla.
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Convento de San Benito |
Aquí
en unas escalinatas del convento comimos y descansamos. Este convento de San
Benito fue cuna y sede de la Orden de Alcántara, institución militar de
importancia histórica para España, sobre todo en la época de Felipe II, como
atestiguan los hermosos escudos con la cabeza bicéfala representando el Imperio
Español y sus territorios de la Península y posesiones de Alemania, Países
Bajos y de la Península Italiana.
Nos quedaba otra visita antes de partir hacia Madrid: en la carretera de Alcántara a Brozas nos topamos con varias charcas grandes todas importantes para las aves acuáticas y decidimos visitar la que se dirige al Balneario de Brozas. Estaba preciosa con sus márgenes verdes, y allí se nos mostraron somormujos lavancos (incluso vimos un nido de ellos con dos huevos), ánades frisos, azulones europeos, fochas comunes (también se vio un nido de ellas), garza real, zampullines chicos etc... y muchos paseriformes de los que destacaban los jilgueros.
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Somormujo lavanco |
Esta
charca tiene mucha importancia porque en ella se congregan las cigüeñas negras
antes de su partida hacia sus cuarteles de África, y por la gran cantidad de aves acuáticas que se ven en invierno.
Ya
nos daban las 17:00 h y con ganas de ver más zonas, pero tuvimos que tomar la decisión de
partir hacia Madrid para no llegar demasiado tarde.
Sólo
nos queda agradecer la acogida del grupo por parte de Esther y Joan en el albergue de la Higuera. Desde aquí lo
recomendamos por su buen trato y
esperamos que en Garrovillas de Alconétar se entienda; que un pueblo sin sus
vecinos las cigüeñas, cernícalos primillas, lechuzas, autillos, murciélagos
etc... es un espacio sin vida, y que valoren como nosotros las piedras, las aves y
demás seres que hacen a un pueblo grande y espectacular. Con este deseo termino
esta crónica, esperando volver con todos mis amigos de nuevo al Señorío de
Garrovillas de Alconétar.
Se observaron un total de 67 especies:
-Zampullín
Chico (Tachybaptus ruficollis)
-Somormujo
Lavanco (Podiceps cristatus)
-Garceta
Común (Egretta garzetta)
-Garza
Real (Ardea cinerea)
-Cigüeña
Blanca (Ciconia ciconia)
-Cigüeña
Negra (Ciconia nigra)
-Ánade
Friso (Anas strepera)
-Azulón
Europeo (Anas platyrhynchos)
-Milano
Negro (Milvus migrans)
-Milano
real (Milvus milvus)
-Buitre Leonado (Gyps
fulvus)
-Buitre
negro (Aegypius monachus)
-Busardo
Ratonero (Buteo buteo)
-Culebrera
Europea (Circaetus gallicus)
-Aguililla
Calzada (Aquila pennata)
-Cernícalo
Vulgar (Falco tinnunculus)
-Cernícalo
Primilla (Falco naumanni)
-Gallineta
Común (Gallinula Chloropus)
-Focha
Común (Fulica atra)
-Chorlitejo
Chico (Charadrius
dubius)
-Andarríos
Chico (Actitis hypoleucos)
-Paloma
Bravía (Columba livia)
-Tórtola
Turca (Streptopelia decaocto)
-Tórtola
Europea (Streptopelia turtur)
-Cuco
Común (Cuculus canorus)
-Vencejo
Real (Apus melba)
-Vencejo
Común (Apus apus)
-Vencejo
Pálido (Apus pallidus)
-Martin
Pescador (Alcedo atthis)
-Abejaruco
Común (Merops apiaster)
-Abubilla (Upupa epops)
-Cogujada
Común (Galerida
cristata)
-Calandria (Melanocorypha calandra)
-Golondrina
Común (Hirundo rustica)
-Golondrina
Dáurica (Cecropis daurica)
-Avión
Común (Delichon
urbicum
-Avión
Roquero (Ptyonoprogne rupestris)
-Lavandera
Blanca (Motacilla alba)
-Ruiseñor
Común (Luscinia megarhynchos)
-Colirrojo
Tizón (Phoenicurus ochruros)
-Tarabilla
Común (Saxicola torquatus)
-Collalba
Rubia (Oenanthe hispanica)
-Roquero
Solitario (Monticola solitaius)
-Mirlo
Común (Turdus merula)
-Ruiseñor
Bastardo (Cettia cetti)
-Buitrón (Cisticola juncidis)
-Zarcero
Común (Hippolais polyglotta)
-Curruca
Rabilarga (Sylvia undata)
-Curruca
Cabecinegra (Sylvia melanocephala)
-Papamoscas
Cerrojillo (Ficedula hypoleuca)
-Mito (Aegithalos caudatus)
-Herrerillo
Común (Cyanistes caeruleus)
-Carbonero
Común (Parus major)
-Alcaudón
Común (Lanius senator)
-Oropéndola (Oriolus oriolus)
-Rabilargo (Cyanopica cyanus)
-Cuervo (Corvus corax)
-Estornino
Negro (Sturnus unicolor)
-Gorrión
Común (Passer domesticus)
-Gorrión
Moruno (Passer hispaniolensis)
-Pinzón
Vulgar (Fringilla coelebs)
-Verdecillo (Serinus serinus)
-Verderón
Común (Carduelis chloris)
-Jilguero (Carduelis carduelis)
-Pardillo
Común (Carduelis cannabina)
-Triguero (Emberiza calandra)
-Escribano
Soteño (Emberiza cirlus)