Excursión a Garrovillas de Alconétar y la comarca de Tajo-Salor-Almonte
2, 3 y 4 de mayo del 2014.
2, 3 y 4 de mayo del 2014.
2 de Mayo.
Las poblaciones de Leganés, Fuenlabrada, Getafe y Madrid, fueron los distintos puntos de encuentro de los vehículos para esta excursión, que partieron a las 7:00 repartidos como sigue:
- Desde Leganés: José Luis, Luis Olivar y Miguel Ángel.
- Desde Fuenlabrada: Félix Arribas, Laura Llorente, Margarita Gutiérrez y Paco Gutiérrez y desde Loranca Cipri, Agustín y Lidia.
- Desde Getafe: Enrique y Loli.
- Desde Madrid: Gerardo, Carolina y Antonia.
Nos reunimos en el área de servicio que hay pasando el pueblo de Santa Olalla, donde se comentaron las carreteras para llegar a la primera zona de visita, que sería ya en la jurisdicción de Garrovillas. Después de tomar un café, continuamos con nuestro viaje. El tiempo nos acompañaba y presagiaba unos días de primavera buenos.
Garrovillas de Alconétar pertenece a la provincia de Cáceres, de cuya capital está algo más de 35 Km. Se encuentra dentro del valle del Tajo, muy cerca de dicho río, de transcendental importancia para el pueblo. El término municipal se extiende por 207 kilómetros cuadrados en ambas orillas del río. En tiempo no muy lejanos fue cabeza de partido judicial y a él pertenecían 13 pedanías.
El paso o vado de Alconétar en el río Tajo le dio toda la personalidad histórica y cultural a este pueblo, señorío medieval de Garrovillas de Alconétar que llegó a tener unos 800 kilómetros cuadrados con todas las pedanías mencionadas. Este señorío fue regido por la Orden del Temple hasta que paso a manos de los Condes de Alba de Aliste, los grandes promotores de los monumentos que se conservan actualmente.
Si hay que nombrar algún monumento o referencia historia del pueblo, dentro de las muchas que tiene, nos quedaremos con la Plaza porticada, el Vado de Alconétar, y su convento de San Antonio de Padua actualmente en ruinas. Y cómo no hacer referencia a su importante pasado musical: en la parroquia de Santa María se conserva el órgano más antiguo de la Península Ibérica y de Europa, donde todavía hoy se sigue interpretando música renacentista. De este pasado musical, cabe destacar la existencia de hasta cinco órganos con sus músicos profesionales, que mantenían una escuela de organistas y maestros cantores.
Y para finalizar este escueto resumen de los valores históricos del pueblo, pues se podrían escribir cientos de páginas, hacer una referencia a Domingo Marcos Durán, autor de tres tratados musicales: "Lux Bella" (1492) primeras notas musicales en Castellano (primer tratado en letras castellanas) que se conocen, "Comento de Lux Bella" (1498) y "Sumula de canto de órgano, contrapunto y composición" (1502) y también hacer referencia al introductor de la música en Filipinas, Fray Juan de Garrovillas que nació en la localidad en el siglo XV.
Otro capítulo tan importante como el anterior es el de los valores naturales, que la jurisdicción de Garrovillas tiene. La diversidad de espacios naturales que engloba es de una variabilidad espectacular para el visitante. Aquí haremos un escueto recuento de esos espacios:
-Valle
de Araya. Recientemente el ayuntamiento ha reforestado los márgenes de este
arroyo, zona habitual de senderismo y observación de aves.
-En
el río Tajo y el río Almonte, con arbolados en sus orillas de acebuche y zonas
de retamares tan importantes para las aves, es una de las ZEPAS del pueblo y
abarca todas sus orillas.
-Los
pinares. Con más de 1100 ha de bosque con árboles de diferentes edades, muchos
majestuosos, se trata de otra de las ZEPAS del pueblo, con gran importancia
para las rapaces y cigüeña negra.
-Las
dehesas, cuyas formaciones de encinas dan cobijo a rabilargos, currucas,
alcaudones, etc...
-Todo
el arbolado alrededor del pueblo constituido por almendros (que abarcan muchas
hectáreas), higueras, olivos y otros frutales junto con chumberas y una gran
diversidad de plantas, que hacen en primavera las delicias de cualquier
aficionado a ellas, como las orquídeas.
-La
tercera ZEPA se ubica en el casco del pueblo y protege la colonia de
cernícalos primillas que nidifican tanto en las iglesias de San Pedro y Santa
María, como en tejados de casas.
-Otras zonas de interés son Rehana,
albuferas, Doñana, etc…
Participantes de la excursión |
En
esta zona vimos una pareja de vencejos reales, garcetas comunes, milano negro,
águila culebrera, aguililla calzada, golondrinas dáuricas y comunes etc... También se pudieron ver entre las grietas del puente Mantible, murciélagos y salamanquesas.
Murciélago rabudo (Tadarida teniotis) |
La
zona está constituida por una vegetación predominante de retamares en las lomas
y cerros, y tamujales en las orillas del embalse. Toda la zona está compuesta
por una serie de cerros que van perdiendo altura hasta caer en la fosa del
embalse.
Después volvimos a coger la antigua carretera de Salamanca hasta la salida hacia Garrovillas de Alconétar, cogimos esta desviación y tras unos cientos de metros tomamos el camino a mano izquierda que nos llevaría hasta la ermita de la patrona del pueblo, La Virgen de Altagracia. Durante todo el recorrido pudimos observar vastas extensiones de campos con suaves pendientes que en la vertiente norte se hacían más acusadas y campos esteparios, buenos para todo tipo de alaúdidos. Se dejaron ver cogujadas y calandrias, estas últimas nos permitieron ver sus vuelos de cerca. No faltaron trigueros, golondrinas y, ya cerca de la ermita, algún buitre leonado, milano negro y aguililla calzada.
Después volvimos a coger la antigua carretera de Salamanca hasta la salida hacia Garrovillas de Alconétar, cogimos esta desviación y tras unos cientos de metros tomamos el camino a mano izquierda que nos llevaría hasta la ermita de la patrona del pueblo, La Virgen de Altagracia. Durante todo el recorrido pudimos observar vastas extensiones de campos con suaves pendientes que en la vertiente norte se hacían más acusadas y campos esteparios, buenos para todo tipo de alaúdidos. Se dejaron ver cogujadas y calandrias, estas últimas nos permitieron ver sus vuelos de cerca. No faltaron trigueros, golondrinas y, ya cerca de la ermita, algún buitre leonado, milano negro y aguililla calzada.
La
ermita, del siglo XIII aproximadamente, aunque su trazado gótico data del siglo
XV, tiene también remodelaciones renacentistas. El origen del culto a la virgen
se remonta a la época visigoda. La Virgen de Altagracia de Garrovillas fue la
precursora de todas las Altagracias que recorren los países de Centroamérica y
Sudamérica. Gracias al ermitaño pudimos ver y observar este monumento, tanto por
fuera como por dentro, y por cierto el ermitaño nos proporcionó unos instantes
de descanso y nos regaló con unas viandas que él tenía (embutido de
chorizo) y refrescamos el gaznate con refrescos etc... Desde aquí, le damos las
gracias.
También
después de un recorrido por los alrededores se observaron unas tumbas de origen
celta y restos de un asentamiento celtibérico.
Tumba Celta |
Con
ganas de comer y ver paisajes distintos, nos dirigimos al paraje llamado de la carretera cortada de Garrovillas, que se
encuentra justo en sentido contrario al camino de Altagracia, después de cruzar
la actual carretera que nos lleva al pueblo. La carretera en desuso nos va
llevando poco a poco a través de unos campos con mucho monte hasta un encinar, que termina en las orillas del embalse. Aquí comimos y observamos
varias especies de jaras y jaguarzos. Durante
todo el recorrido se vieron rabilargos, collalba rubia, abejarucos, milanos
negros, buitre leonado, alcaudón común, currucas, golondrinas, en las orillas
del embalse algún chorlitejo chico, etc...
Antes de dirigirnos de nuevo al albergue, aún tuvimos la oportunidad de acercarnos al paraje conocido como Araya; aquí de nuevo cambiamos de paisaje y nos encontramos con un valle de un riachuelo fresco con sus orillas cubiertas de juncos, mentas y gramíneas verdes, que nos invitaron a dar un paseo. Es un lugar en el que el ayuntamiento está logrando crear un espacio medioambiental de gran valor para la biodiversidad, mediante repoblaciones de pino piñonero y otros árboles y acondicionando el camino que lo recorre. Con nuestras cámaras pudimos captar imágenes de trigueros, carboneros y gorriones morunos (muy abundantes). Se observaron, como en todas las paradas y zonas visitadas; los milanos negros, aguililla calzada y un ejemplar de águila culebrera.
Triguero |
También tuvimos la suerte de ver dentro de los anfibios, un ejemplar de ranita meridional. Entre los insectos destacar algunas libélulas de colores encendidos que fotografiamos para el recuerdo.
Libélula emperador |
Cuando salimos de Araya y retomamos la carretera que nos llevaría a Garrovillas y un poco antes de pasar el arroyo del Morisco, los ocupantes del primer coche observamos un ejemplar de meloncillo cruzando la carretera; para algunos/as era la primera vez que veían un meloncillo en la naturaleza.
Ya
por fin llegamos a Garrovillas de Alconétar sobre las 19:30 h, donde nos
deslumbra su bonita Plaza Porticada Mudéjar-renacentista, su Palacio de los
Conde de Alba de Aliste, hoy convertido en hospedería, donde tomamos
alguna bebida y descansamos un poco. Después recorrimos varias tiendas donde
compramos varios productos de la tierra como patateras, miel, etc...
Plaza Porticada de Garrovillas
También
en el pueblo vimos algún cernícalo primilla, estorninos negros, gorriones comunes,
verderones, golondrinas comunes, vencejos etc... Después
de ver las dos iglesias principales del pueblo y la casa de los templarios nos
dirigimos al albergue, donde nos dieron nuestras habitaciones y cenamos con platos típicos de la zona.
Antes
de irnos a dormir, nos apeteció conocer el corral de comedias del pueblo.
Aunque mucho más moderno que el de Almagro, es una réplica muy exacta de éste. Tuvimos la suerte de llegar en el
momento que actuaban una pareja de cantantes y escuchamos su último tema. Luego realizamos un paseo por las calles principales del pueblo y al llegar al albergue nos fuimos a descansar a nuestros aposentos para afrontar el día siguiente.
3 de Mayo.
Nos
levantamos sobre las 7:30 h y después
de desayunar Joan y Esther, nos presentaron a un grupo de portugueses que nos
iban a acompañar por la mañana. También nos estaba esperando para acompañarnos Rubén Martín, un amigo al que aprecio mucho y buen entendedor de las aves y que
se le dan muy bien plasmarlas en el papel: ¡suya es la Avefría que representa
nuestro Grupo!
Sobre
las 8:30 h salimos del albergue con la intención de observar con más
detenimiento los cernícalos primillas en Santa María y San Pedro y algunos
ejemplares nos regalaron con sus vuelos. Al llegar a San Pedro nos dimos cuenta, de que solamente un nido estaba ocupado
por las cigüeñas blancas. Yo comenté el gran problema que existe con el párroco
del pueblo, pues no está concienciado de que estas aves junto con los cernícalos
primillas, lechuzas y autillos son también patrimonio del pueblo, y que no
tienen por qué hacer daño a las estructuras de las iglesias, pues para todo hay
remedio. Se pueden instalar atalayas, como ya se ha hecho para las cigüeñas, y
vasijas de barro para cernícalos para que los ciudadanos del pueblo sigan disfrutando del crotoreo y la beneficiosa presencia en sus campos de
cernícalos primillas y lechuzas , auténticos controladores de plagas como
insectos y roedores.
Durante el recorrido
Durante
un recorrido que sale por los callejones de San Pedro, bordeamos el pueblo
hasta el convento en ruinas de San Antonio de Padua. Se observaron aves típicas de zonas habitadas como gorriones
comunes, tórtolas turcas, vencejos, jilgueros, verdecillos y otros. A la
llegada a la zona del convento, dos parejas de aviones roqueros nos dan la
bienvenida con sus vuelos acrobáticos dejando ver los lunares blancos característicos
en las rectrices; estas aves están nidificando dentro de las ruinas del
claustro. También observamos un roquero solitario con su color azul cobalto en
lo alto de la espadaña de la iglesia.
Este
convento fue mandado construir por la familia de los Condes de Alba de Aliste
(como todos los monumentos del pueblo)
por la liberación de don Enrique Enríquez que estuvo prisionero de los
portugueses tras la batalla de Toro en 1476. La vista de este espléndido
convento con su claustro es dantesca y demuestra la dejadez y el poco interés
por nuestra historia y patrimonio. Todavía se ven frescos de monjes en sus
paredes, estuvo adornado con obras de arte y fue un gran centro de cultura.
Todo se vino abajo tras su abandono a partir de la desamortización de
Mendizábal y su posterior deterioro. Se
trata de un convento tan importante como los de Yuste o Guadalupe pues de aquí
salieron notables maestros de la música hacia Filipinas y evangelizadores hacia
el Nuevo Mundo, no se le ha tenido nunca en cuenta a pesar de los escritos y
demás informes para su reconstrucción, por lo menos del edificio de la iglesia
y el claustro.
Los Reyes católicos hicieron noche el 11 de octubre de 1487 tras celebrar la boda de su hija Isabel con el rey don Manuel de Portugal. Aquí la Reina recibió la triste noticia de la muerte del príncipe Juan, de mano del Rey Fernando que regresaba de Salamanca. También acudió al recibir la noticia el Cardenal Cisneros para acompañar a los reyes en estos tristes momentos. Podríamos escribir muchos acontecimientos de importancia que ocurrieron entre sus paredes pero se alargaría esta crónica en demasía.
Ruinas del convento de San Antonio de Padua
Después
de la visita al convento, iniciamos un itinerario por los caminos que nos
llevarían a las canteras del Morgado. Primero nos acercamos para ver el gran
pozo del millón, llamado así porque dicen que costó ese dinero o porque dicen
igualmente que en él se encuentra esa fortuna “pero en pesetas” que esa leyenda
es antigua.
Cruzamos
la carretera de Mata de Alcántara y tomamos uno de los caminos que nos lleva a
la cantera. Vamos todo el rato acompañados por campos llenos de almendros. Aquí
se celebra por el mes de febrero la fiesta del almendro en flor, por las
muchas hectáreas de este frutal. Pero también vemos olivos, encinas, higueras,
etc.., que dan alimento a muchas aves que se alimentan de los insectos que se
crían en sus cortezas y frondas. También observamos la vegetación, entre la que
destacamos; jaras rizadas, cantuesos, hinojos, dedaleras, correhuela (Convolvulus althaeoides), compuestas de todas clases (como por ejemplo Tolpis barbata), zarzas,
rosales silvestres, alverjas, fumarias y una planta que se ha naturalizado, el
Zumaque (esta planta se utilizaba junto con la cascara de pino para curtir las
pieles).
jara rizada (Cistus crispus)
Entre
las aves, abubillas, cucos (uno se dejó ver muy bien), alcaudones comunes,
cogujadas, milanos negros, calzadas, un ejemplar de culebrera, algún cernícalo
primilla, tarabillas comunes, rabilargos, abejarucos, jilgueros, currucas
cabecinegras, etc.., es decir, aves del bosque mediterráneo. Ya a la vuelta
decidimos, tras despedirnos de los acompañantes de Portugal, comer en el
albergue a la sombra e hidratarnos con bebidas apropiadas para continuar por la
tarde.
Después
de descansar, nos dirigimos hacia las dos charcas que se encuentran próximas al
pueblo llamadas de las Albuferas. Son dos charcas represadas por sendos muros
en un arroyo con la finalidad en tiempos de dar de beber al ganado. Hoy en día
están dentro de un parque para el disfrute de los garrovillanos. En este paraje se puede hacer, a lo largo del año, observaciones de limícolas y otras especies ligadas a este humedal. Nosotros observamos a una garza real, que nos demostró como pescaba con mucho sigilo y también algún chorlitejo chico. No tuvimos mucha suerte y no estaba muy animada la cosa respecto a las aves, pero no faltaron las lavanderas blancas y otros pajarillos que venían a beber a sus orillas. Pero os puedo decir; que yo aquí he visto charrancitos, andarríos grandes y chicos, fochas, zampullines y otros.
Garza real pescando
Una vez finalizada la visita a estas charca nos dirigimos, después de pasar el pueblo con dirección Navas del Madroño, hacia el paraje conocido como Valdemilano. Esta zona bien tiene ganado su nombre, pues los milanos negros son los señores de sus campos cubiertos de pinos piñoneros. Cuando ya dejamos los últimos pinos, sale un camino a mano izquierda que nos lleva al embalse que abastece al pueblo. Allí estuvimos un buen rato sentados y mereció la pena, ya que entre los hermosos pinos nos apareció una cigüeña negra a escasa altura que sorprendida al vernos, dio un giro y se alejo.
Cigüeña negra
En la orilla contraria apareció un martín pescador, al que le seguimos la pista hasta su percha, pero se fue y no nos dio tiempo a fotografiarle. Se observo alguna aguililla calzada y los milanos negros. De los pequeños paseriformes: jilgueros, trigueros, pinzones, verdecillos y un escribano soteño. También un par de parejas de azulones que con las golondrinas comunes y dáuricas, aviones y vencejos, daban una nota de vida al embalse y a los pinares de la zona.
Pinos piñoneros
Como
pegaba el sol, todos teníamos ganas de refrescarnos y, aprovechando que hay una
fuente de manantial de agua fresca en el término de Navas, nos dirigimos hacia ella. Esta fuente tiene por nombre La Nacivera y mantiene un chorro de agua
todo el año abundante que los lugareños aprecian mucho. Allí saciamos nuestra
sed y en las charcas que se forman en sus orillas observamos ranas y una variedad de orquídea, Serapias de flor pequeña (Serapias parviflora).
Serapias parviflora
Una
vez llenos nuestros estómagos de agua como gibas, volvimos hacia atrás por
donde habíamos venido hasta llegar al cruce de las carreteras de Navas y Mata
de Alcántara, en la entrada de Garrovillas, para tomar la carretera de Mata de Alcántara que nos llevó al paraje
conocido como Rehana. Un arroyo grande que da forma a un sitio precioso que invita para perderse un par de horas por
su orillas sombreadas por fresnos,
sauces, encinas, etc... Después de saltar un pequeño muro que hay al final del
arroyo de dicho espacio, empezamos a andar por una zona de bosque mediterráneo
puro. Donde a una orilla del arroyo, dominaban las encinas y al otro, los
majestuosos pinos piñoneros y a ambos lados los roquedos de granito. Aquí
disfrutamos de una vegetación compuesta por ruscos, dedaleras, encinas, pinos piñoneros, escobas etc.., y algunos
tuvimos la suerte de ver una musgaña cruzando el arroyo repleto de flores
blancas de ranúnculo.
En
esta zona se dejaron ver mitos,
pinzones vulgares, alcaudón común, carboneros comunes, milanos negros,
cogujadas etc. Después
de empaparnos de naturaleza y queriendo quedarnos más rato, pues eran muchos
los sitios que estábamos viendo,
decidimos volver al albergue ya que la luz se iba y la paciencia de Joan y
Esther esperándonos para la cena se podía acabar. La cena en el albergue fue estupenda. Esther y Joan se esmeraron y no cesaban de traer platos de buena carne preparada a la parrilla; algunos con hambre de león daban buena cuenta de ello. No faltaron la bebida y el postre a elegir entre dos típicos de la zona. Entre bromas y buen ambiente, incluso se incitó a cantar algún cante folk de la tierra, se fue pasando la velada y ya cansados sobre la una nos fuimos a dormir.
4 de Mayo.
Amanecía
ya nuestro último día en esta salida. Después
de desayunar sobre las 8:00 h, recogíamos nuestras pertenencias y nos despedíamos de Joan y Esther. Nos
dirigimos a una laguna de origen artificial pero muy antigua, que mantiene su
masa de agua por un muro de piedra sobre un arroyo. Hablamos de la charca del
Tío Cueto en jurisdicción de Mata de Alcántara. Para llegar hasta allí tomamos
la carretera que sale de Garrovillas con dirección Alcántara.
Cerca
de Rehana vimos atropellado un tejón, es muy elevado el tributo que las
carreteras se cobran en vidas de animales por lo que siempre hay que ir
con velocidad moderada para evitar el
máximo posible de muertes de animales por atropello. Después
de dejar los coches en una explanada
que hay al lado de la carretera, cruzamos dicha carretera y nos adentramos en
un camino que nos llevó hasta la charca del Tío Cueto, tras pasar una cancela que volvimos a cerrar.
La primera impresión de esta zona es como no, el
espléndido humedal con sus orillas verdes de juncias, juncos, poleo, algunos
fresnos y tarays. También
los afloramientos de rocas en la misma orilla, que dan muchos lugares
donde las garzas reales se posan esperando quizás pescar algún batracio o un
pez. Dimos
un paseo agradable hasta toparnos de repente con un martín pescador en un bosquete de tarays inundado; todos lo pudimos observar a placer, pues parecía
que no le importase nuestras miradas, y la suerte quiso que
observásemos otro más en los mismos tarays. Debían ser pareja y
estarían cerca de su nido. También se observó algún zarcero común, lavandera
blanca, gallineta europea, milano negro y anátidas, entre otros.
Martín pescador
Una
vez finalizada la visita a la Charca del Tío Cueto continuamos con dirección
Alcántara. En menos de 30 minutos estábamos contemplando el gran puente romano
de Alcántara, una obra de ingeniería impresionante para poder pasar el Tajo,
que se construyó entre 105 y 106 d.C. comunicaba las ciudades de Norba Caesarina y Conimbriga. Está construido con sillares almohadillados de
granito tiene seis arcos de medio punto
y en su centro un arco triunfal. En sus laterales se encuentra un altar de
sacrificios y en el extremo contrario del puente, un puesto de vigilancia ya
usado como tienda, que vigilaba la entrada y salida del puente en dirección
Portugal. Por encima del puente romano
está la presa que origina el gran embalse de Alcántara sobre el Tajo, de
producción eléctrica. Da miedo pensar que sucedería si esta presa cediera a la
presión del agua, el puente romano sería destruido y arrastrado hacia Portugal
todas sus piedras.
Puente romano de Alcántara
Desde
el mismo puente romano observamos los grupos de vencejos comunes y pálidos que
volaban debajo de sus arcos; se podía diferenciar bien las dos especies. El pálido
es un poquitín más corto de alas y cola y, por supuesto, tiene un color más
pardusco y no tan negro. Se observó también un andarríos chico. Y
para el viajante más curioso decirle que se fije en las piedras del arco del
triunfo, pues en él se observan los murciélagos del género Pipistrelus durmiendo entre sus recovecos y fisuras. Después
de disfrutar de las vistas desde el puente, nos dirigimos hacia un observatorio
grande que existe carretera arriba. Es una especie de plataforma voladiza
enorme de hormigón enfrente de la presa
de Alcántara que da un poco de vértigo pues está a bastante altura. Desde aquí
se observaban las palomas bravías que se encontraban posadas cerca de las
salidas de agua de la presa.
Presa de Alcántara
Aunque
no estaba programado que nos acercáramos a ver la población de Alcántara,
decidimos ir a comer cerca del convento
de San Benito, y fue todo un acierto, pues antes de llegar a él observamos
jilgueros con lo que quedaba patente la abundancia de esta ave en la comarca,
verdecillos, gorriones y al pasar un arco nuestra vista y cámaras se fueron
directas a mirar un precioso nido de avión roquero en el que, a escasa altura, 3 pollos ya grandes de dicha especie nos dejaron un grato recuerdo.
Avión roquero
Nido de avión roquero
En todo el
camino hacia el convento observamos y fotografiamos dichas aves fácilmente, pero todavía el espectáculo de
aves nos deparaba la observación de bastantes nidos de cigüeña blanca sobre el
convento, y nutridos bandos de aviones
comunes y golondrinas dáuricas cogiendo barro para sus nidos en unos charcos.
También se dejaron ver las tórtolas turcas, gorriones y alguna grajilla.
Convento de San Benito
Aquí
en unas escalinatas del convento comimos y descansamos. Este convento de San
Benito fue cuna y sede de la Orden de Alcántara, institución militar de
importancia histórica para España, sobre todo en la época de Felipe II, como
atestiguan los hermosos escudos con la cabeza bicéfala representando el Imperio
Español y sus territorios de la Península y posesiones de Alemania, Países
Bajos y de la Península Italiana.
Nos quedaba otra visita antes de partir hacia Madrid: en la carretera de Alcántara a Brozas nos topamos con varias charcas grandes todas importantes para las aves acuáticas y decidimos visitar la que se dirige al Balneario de Brozas. Estaba preciosa con sus márgenes verdes, y allí se nos mostraron somormujos lavancos (incluso vimos un nido de ellos con dos huevos), ánades frisos, azulones europeos, fochas comunes (también se vio un nido de ellas), garza real, zampullines chicos etc... y muchos paseriformes de los que destacaban los jilgueros.
Somormujo lavanco
Esta
charca tiene mucha importancia porque en ella se congregan las cigüeñas negras
antes de su partida hacia sus cuarteles de África, y por la gran cantidad de aves acuáticas que se ven en invierno.
Ya
nos daban las 17:00 h y con ganas de ver más zonas, pero tuvimos que tomar la decisión de
partir hacia Madrid para no llegar demasiado tarde.
Sólo
nos queda agradecer la acogida del grupo por parte de Esther y Joan en el albergue de la Higuera. Desde aquí lo
recomendamos por su buen trato y
esperamos que en Garrovillas de Alconétar se entienda; que un pueblo sin sus
vecinos las cigüeñas, cernícalos primillas, lechuzas, autillos, murciélagos
etc... es un espacio sin vida, y que valoren como nosotros las piedras, las aves y
demás seres que hacen a un pueblo grande y espectacular. Con este deseo termino
esta crónica, esperando volver con todos mis amigos de nuevo al Señorío de
Garrovillas de Alconétar.
Se observaron un total de 67 especies:
-Zampullín
Chico (Tachybaptus ruficollis)
-Somormujo
Lavanco (Podiceps cristatus)
-Garceta
Común (Egretta garzetta)
-Garza
Real (Ardea cinerea)
-Cigüeña
Blanca (Ciconia ciconia)
-Cigüeña
Negra (Ciconia nigra)
-Ánade
Friso (Anas strepera)
-Azulón
Europeo (Anas platyrhynchos)
-Milano
Negro (Milvus migrans)
-Milano
real (Milvus milvus)
-Buitre Leonado (Gyps
fulvus)
-Buitre
negro (Aegypius monachus)
-Busardo
Ratonero (Buteo buteo)
-Culebrera
Europea (Circaetus gallicus)
-Aguililla
Calzada (Aquila pennata)
-Cernícalo
Vulgar (Falco tinnunculus)
-Cernícalo
Primilla (Falco naumanni)
-Gallineta
Común (Gallinula Chloropus)
-Focha
Común (Fulica atra)
-Chorlitejo
Chico (Charadrius
dubius)
-Andarríos
Chico (Actitis hypoleucos)
-Paloma
Bravía (Columba livia)
-Tórtola
Turca (Streptopelia decaocto)
-Tórtola
Europea (Streptopelia turtur)
-Cuco
Común (Cuculus canorus)
-Vencejo
Real (Apus melba)
-Vencejo
Común (Apus apus)
-Vencejo
Pálido (Apus pallidus)
-Martin
Pescador (Alcedo atthis)
-Abejaruco
Común (Merops apiaster)
-Abubilla (Upupa epops)
-Cogujada
Común (Galerida
cristata)
-Calandria (Melanocorypha calandra)
-Golondrina
Común (Hirundo rustica)
-Golondrina
Dáurica (Cecropis daurica)
-Avión
Común (Delichon
urbicum
-Avión
Roquero (Ptyonoprogne rupestris)
-Lavandera
Blanca (Motacilla alba)
-Ruiseñor
Común (Luscinia megarhynchos)
-Colirrojo
Tizón (Phoenicurus ochruros)
-Tarabilla
Común (Saxicola torquatus)
-Collalba
Rubia (Oenanthe hispanica)
-Roquero
Solitario (Monticola solitaius)
-Mirlo
Común (Turdus merula)
-Ruiseñor
Bastardo (Cettia cetti)
-Buitrón (Cisticola juncidis)
-Zarcero
Común (Hippolais polyglotta)
-Curruca
Rabilarga (Sylvia undata)
-Curruca
Cabecinegra (Sylvia melanocephala)
-Papamoscas
Cerrojillo (Ficedula hypoleuca)
-Mito (Aegithalos caudatus)
-Herrerillo
Común (Cyanistes caeruleus)
-Carbonero
Común (Parus major)
-Alcaudón
Común (Lanius senator)
-Oropéndola (Oriolus oriolus)
-Rabilargo (Cyanopica cyanus)
-Cuervo (Corvus corax)
-Estornino
Negro (Sturnus unicolor)
-Gorrión
Común (Passer domesticus)
-Gorrión
Moruno (Passer hispaniolensis)
-Pinzón
Vulgar (Fringilla coelebs)
-Verdecillo (Serinus serinus)
-Verderón
Común (Carduelis chloris)
-Jilguero (Carduelis carduelis)
-Pardillo
Común (Carduelis cannabina)
-Triguero (Emberiza calandra)
-Escribano
Soteño (Emberiza cirlus)
Plaza Porticada de Garrovillas |
Antes
de irnos a dormir, nos apeteció conocer el corral de comedias del pueblo.
Aunque mucho más moderno que el de Almagro, es una réplica muy exacta de éste. Tuvimos la suerte de llegar en el
momento que actuaban una pareja de cantantes y escuchamos su último tema. Luego realizamos un paseo por las calles principales del pueblo y al llegar al albergue nos fuimos a descansar a nuestros aposentos para afrontar el día siguiente.
3 de Mayo.
Nos levantamos sobre las 7:30 h y después de desayunar Joan y Esther, nos presentaron a un grupo de portugueses que nos iban a acompañar por la mañana. También nos estaba esperando para acompañarnos Rubén Martín, un amigo al que aprecio mucho y buen entendedor de las aves y que se le dan muy bien plasmarlas en el papel: ¡suya es la Avefría que representa nuestro Grupo!
Sobre
las 8:30 h salimos del albergue con la intención de observar con más
detenimiento los cernícalos primillas en Santa María y San Pedro y algunos
ejemplares nos regalaron con sus vuelos. Al llegar a San Pedro nos dimos cuenta, de que solamente un nido estaba ocupado
por las cigüeñas blancas. Yo comenté el gran problema que existe con el párroco
del pueblo, pues no está concienciado de que estas aves junto con los cernícalos
primillas, lechuzas y autillos son también patrimonio del pueblo, y que no
tienen por qué hacer daño a las estructuras de las iglesias, pues para todo hay
remedio. Se pueden instalar atalayas, como ya se ha hecho para las cigüeñas, y
vasijas de barro para cernícalos para que los ciudadanos del pueblo sigan disfrutando del crotoreo y la beneficiosa presencia en sus campos de
cernícalos primillas y lechuzas , auténticos controladores de plagas como
insectos y roedores.
Durante el recorrido |
Durante
un recorrido que sale por los callejones de San Pedro, bordeamos el pueblo
hasta el convento en ruinas de San Antonio de Padua. Se observaron aves típicas de zonas habitadas como gorriones
comunes, tórtolas turcas, vencejos, jilgueros, verdecillos y otros. A la
llegada a la zona del convento, dos parejas de aviones roqueros nos dan la
bienvenida con sus vuelos acrobáticos dejando ver los lunares blancos característicos
en las rectrices; estas aves están nidificando dentro de las ruinas del
claustro. También observamos un roquero solitario con su color azul cobalto en
lo alto de la espadaña de la iglesia.
Este
convento fue mandado construir por la familia de los Condes de Alba de Aliste
(como todos los monumentos del pueblo)
por la liberación de don Enrique Enríquez que estuvo prisionero de los
portugueses tras la batalla de Toro en 1476. La vista de este espléndido
convento con su claustro es dantesca y demuestra la dejadez y el poco interés
por nuestra historia y patrimonio. Todavía se ven frescos de monjes en sus
paredes, estuvo adornado con obras de arte y fue un gran centro de cultura.
Todo se vino abajo tras su abandono a partir de la desamortización de
Mendizábal y su posterior deterioro. Se
trata de un convento tan importante como los de Yuste o Guadalupe pues de aquí
salieron notables maestros de la música hacia Filipinas y evangelizadores hacia
el Nuevo Mundo, no se le ha tenido nunca en cuenta a pesar de los escritos y
demás informes para su reconstrucción, por lo menos del edificio de la iglesia
y el claustro.
Los Reyes católicos hicieron noche el 11 de octubre de 1487 tras celebrar la boda de su hija Isabel con el rey don Manuel de Portugal. Aquí la Reina recibió la triste noticia de la muerte del príncipe Juan, de mano del Rey Fernando que regresaba de Salamanca. También acudió al recibir la noticia el Cardenal Cisneros para acompañar a los reyes en estos tristes momentos. Podríamos escribir muchos acontecimientos de importancia que ocurrieron entre sus paredes pero se alargaría esta crónica en demasía.
Ruinas del convento de San Antonio de Padua |
Después
de la visita al convento, iniciamos un itinerario por los caminos que nos
llevarían a las canteras del Morgado. Primero nos acercamos para ver el gran
pozo del millón, llamado así porque dicen que costó ese dinero o porque dicen
igualmente que en él se encuentra esa fortuna “pero en pesetas” que esa leyenda
es antigua.
Cruzamos
la carretera de Mata de Alcántara y tomamos uno de los caminos que nos lleva a
la cantera. Vamos todo el rato acompañados por campos llenos de almendros. Aquí
se celebra por el mes de febrero la fiesta del almendro en flor, por las
muchas hectáreas de este frutal. Pero también vemos olivos, encinas, higueras,
etc.., que dan alimento a muchas aves que se alimentan de los insectos que se
crían en sus cortezas y frondas. También observamos la vegetación, entre la que
destacamos; jaras rizadas, cantuesos, hinojos, dedaleras, correhuela (Convolvulus althaeoides), compuestas de todas clases (como por ejemplo Tolpis barbata), zarzas,
rosales silvestres, alverjas, fumarias y una planta que se ha naturalizado, el
Zumaque (esta planta se utilizaba junto con la cascara de pino para curtir las
pieles).
jara rizada (Cistus crispus) |
Entre
las aves, abubillas, cucos (uno se dejó ver muy bien), alcaudones comunes,
cogujadas, milanos negros, calzadas, un ejemplar de culebrera, algún cernícalo
primilla, tarabillas comunes, rabilargos, abejarucos, jilgueros, currucas
cabecinegras, etc.., es decir, aves del bosque mediterráneo. Ya a la vuelta
decidimos, tras despedirnos de los acompañantes de Portugal, comer en el
albergue a la sombra e hidratarnos con bebidas apropiadas para continuar por la
tarde.
Después
de descansar, nos dirigimos hacia las dos charcas que se encuentran próximas al
pueblo llamadas de las Albuferas. Son dos charcas represadas por sendos muros
en un arroyo con la finalidad en tiempos de dar de beber al ganado. Hoy en día
están dentro de un parque para el disfrute de los garrovillanos. En este paraje se puede hacer, a lo largo del año, observaciones de limícolas y otras especies ligadas a este humedal. Nosotros observamos a una garza real, que nos demostró como pescaba con mucho sigilo y también algún chorlitejo chico. No tuvimos mucha suerte y no estaba muy animada la cosa respecto a las aves, pero no faltaron las lavanderas blancas y otros pajarillos que venían a beber a sus orillas. Pero os puedo decir; que yo aquí he visto charrancitos, andarríos grandes y chicos, fochas, zampullines y otros.
Garza real pescando |
Una vez finalizada la visita a estas charca nos dirigimos, después de pasar el pueblo con dirección Navas del Madroño, hacia el paraje conocido como Valdemilano. Esta zona bien tiene ganado su nombre, pues los milanos negros son los señores de sus campos cubiertos de pinos piñoneros. Cuando ya dejamos los últimos pinos, sale un camino a mano izquierda que nos lleva al embalse que abastece al pueblo. Allí estuvimos un buen rato sentados y mereció la pena, ya que entre los hermosos pinos nos apareció una cigüeña negra a escasa altura que sorprendida al vernos, dio un giro y se alejo.
En la orilla contraria apareció un martín pescador, al que le seguimos la pista hasta su percha, pero se fue y no nos dio tiempo a fotografiarle. Se observo alguna aguililla calzada y los milanos negros. De los pequeños paseriformes: jilgueros, trigueros, pinzones, verdecillos y un escribano soteño. También un par de parejas de azulones que con las golondrinas comunes y dáuricas, aviones y vencejos, daban una nota de vida al embalse y a los pinares de la zona.
Cigüeña negra |
En la orilla contraria apareció un martín pescador, al que le seguimos la pista hasta su percha, pero se fue y no nos dio tiempo a fotografiarle. Se observo alguna aguililla calzada y los milanos negros. De los pequeños paseriformes: jilgueros, trigueros, pinzones, verdecillos y un escribano soteño. También un par de parejas de azulones que con las golondrinas comunes y dáuricas, aviones y vencejos, daban una nota de vida al embalse y a los pinares de la zona.
Pinos piñoneros |
Como
pegaba el sol, todos teníamos ganas de refrescarnos y, aprovechando que hay una
fuente de manantial de agua fresca en el término de Navas, nos dirigimos hacia ella. Esta fuente tiene por nombre La Nacivera y mantiene un chorro de agua
todo el año abundante que los lugareños aprecian mucho. Allí saciamos nuestra
sed y en las charcas que se forman en sus orillas observamos ranas y una variedad de orquídea, Serapias de flor pequeña (Serapias parviflora).
Serapias parviflora |
Una
vez llenos nuestros estómagos de agua como gibas, volvimos hacia atrás por
donde habíamos venido hasta llegar al cruce de las carreteras de Navas y Mata
de Alcántara, en la entrada de Garrovillas, para tomar la carretera de Mata de Alcántara que nos llevó al paraje
conocido como Rehana. Un arroyo grande que da forma a un sitio precioso que invita para perderse un par de horas por
su orillas sombreadas por fresnos,
sauces, encinas, etc... Después de saltar un pequeño muro que hay al final del
arroyo de dicho espacio, empezamos a andar por una zona de bosque mediterráneo
puro. Donde a una orilla del arroyo, dominaban las encinas y al otro, los
majestuosos pinos piñoneros y a ambos lados los roquedos de granito. Aquí
disfrutamos de una vegetación compuesta por ruscos, dedaleras, encinas, pinos piñoneros, escobas etc.., y algunos
tuvimos la suerte de ver una musgaña cruzando el arroyo repleto de flores
blancas de ranúnculo.
En
esta zona se dejaron ver mitos,
pinzones vulgares, alcaudón común, carboneros comunes, milanos negros,
cogujadas etc. Después
de empaparnos de naturaleza y queriendo quedarnos más rato, pues eran muchos
los sitios que estábamos viendo,
decidimos volver al albergue ya que la luz se iba y la paciencia de Joan y
Esther esperándonos para la cena se podía acabar. La cena en el albergue fue estupenda. Esther y Joan se esmeraron y no cesaban de traer platos de buena carne preparada a la parrilla; algunos con hambre de león daban buena cuenta de ello. No faltaron la bebida y el postre a elegir entre dos típicos de la zona. Entre bromas y buen ambiente, incluso se incitó a cantar algún cante folk de la tierra, se fue pasando la velada y ya cansados sobre la una nos fuimos a dormir.
4 de Mayo.
Amanecía
ya nuestro último día en esta salida. Después
de desayunar sobre las 8:00 h, recogíamos nuestras pertenencias y nos despedíamos de Joan y Esther. Nos
dirigimos a una laguna de origen artificial pero muy antigua, que mantiene su
masa de agua por un muro de piedra sobre un arroyo. Hablamos de la charca del
Tío Cueto en jurisdicción de Mata de Alcántara. Para llegar hasta allí tomamos
la carretera que sale de Garrovillas con dirección Alcántara.
Cerca
de Rehana vimos atropellado un tejón, es muy elevado el tributo que las
carreteras se cobran en vidas de animales por lo que siempre hay que ir
con velocidad moderada para evitar el
máximo posible de muertes de animales por atropello. Después
de dejar los coches en una explanada
que hay al lado de la carretera, cruzamos dicha carretera y nos adentramos en
un camino que nos llevó hasta la charca del Tío Cueto, tras pasar una cancela que volvimos a cerrar.
La primera impresión de esta zona es como no, el
espléndido humedal con sus orillas verdes de juncias, juncos, poleo, algunos
fresnos y tarays. También
los afloramientos de rocas en la misma orilla, que dan muchos lugares
donde las garzas reales se posan esperando quizás pescar algún batracio o un
pez. Dimos
un paseo agradable hasta toparnos de repente con un martín pescador en un bosquete de tarays inundado; todos lo pudimos observar a placer, pues parecía
que no le importase nuestras miradas, y la suerte quiso que
observásemos otro más en los mismos tarays. Debían ser pareja y
estarían cerca de su nido. También se observó algún zarcero común, lavandera
blanca, gallineta europea, milano negro y anátidas, entre otros.
Martín pescador |
Una
vez finalizada la visita a la Charca del Tío Cueto continuamos con dirección
Alcántara. En menos de 30 minutos estábamos contemplando el gran puente romano
de Alcántara, una obra de ingeniería impresionante para poder pasar el Tajo,
que se construyó entre 105 y 106 d.C. comunicaba las ciudades de Norba Caesarina y Conimbriga. Está construido con sillares almohadillados de
granito tiene seis arcos de medio punto
y en su centro un arco triunfal. En sus laterales se encuentra un altar de
sacrificios y en el extremo contrario del puente, un puesto de vigilancia ya
usado como tienda, que vigilaba la entrada y salida del puente en dirección
Portugal. Por encima del puente romano
está la presa que origina el gran embalse de Alcántara sobre el Tajo, de
producción eléctrica. Da miedo pensar que sucedería si esta presa cediera a la
presión del agua, el puente romano sería destruido y arrastrado hacia Portugal
todas sus piedras.
Puente romano de Alcántara |
Desde
el mismo puente romano observamos los grupos de vencejos comunes y pálidos que
volaban debajo de sus arcos; se podía diferenciar bien las dos especies. El pálido
es un poquitín más corto de alas y cola y, por supuesto, tiene un color más
pardusco y no tan negro. Se observó también un andarríos chico. Y
para el viajante más curioso decirle que se fije en las piedras del arco del
triunfo, pues en él se observan los murciélagos del género Pipistrelus durmiendo entre sus recovecos y fisuras. Después
de disfrutar de las vistas desde el puente, nos dirigimos hacia un observatorio
grande que existe carretera arriba. Es una especie de plataforma voladiza
enorme de hormigón enfrente de la presa
de Alcántara que da un poco de vértigo pues está a bastante altura. Desde aquí
se observaban las palomas bravías que se encontraban posadas cerca de las
salidas de agua de la presa.
Presa de Alcántara |
Aunque
no estaba programado que nos acercáramos a ver la población de Alcántara,
decidimos ir a comer cerca del convento
de San Benito, y fue todo un acierto, pues antes de llegar a él observamos
jilgueros con lo que quedaba patente la abundancia de esta ave en la comarca,
verdecillos, gorriones y al pasar un arco nuestra vista y cámaras se fueron
directas a mirar un precioso nido de avión roquero en el que, a escasa altura, 3 pollos ya grandes de dicha especie nos dejaron un grato recuerdo.
Avión roquero |
Nido de avión roquero |
En todo el
camino hacia el convento observamos y fotografiamos dichas aves fácilmente, pero todavía el espectáculo de
aves nos deparaba la observación de bastantes nidos de cigüeña blanca sobre el
convento, y nutridos bandos de aviones
comunes y golondrinas dáuricas cogiendo barro para sus nidos en unos charcos.
También se dejaron ver las tórtolas turcas, gorriones y alguna grajilla.
Convento de San Benito |
Aquí
en unas escalinatas del convento comimos y descansamos. Este convento de San
Benito fue cuna y sede de la Orden de Alcántara, institución militar de
importancia histórica para España, sobre todo en la época de Felipe II, como
atestiguan los hermosos escudos con la cabeza bicéfala representando el Imperio
Español y sus territorios de la Península y posesiones de Alemania, Países
Bajos y de la Península Italiana.
Nos quedaba otra visita antes de partir hacia Madrid: en la carretera de Alcántara a Brozas nos topamos con varias charcas grandes todas importantes para las aves acuáticas y decidimos visitar la que se dirige al Balneario de Brozas. Estaba preciosa con sus márgenes verdes, y allí se nos mostraron somormujos lavancos (incluso vimos un nido de ellos con dos huevos), ánades frisos, azulones europeos, fochas comunes (también se vio un nido de ellas), garza real, zampullines chicos etc... y muchos paseriformes de los que destacaban los jilgueros.
Nos quedaba otra visita antes de partir hacia Madrid: en la carretera de Alcántara a Brozas nos topamos con varias charcas grandes todas importantes para las aves acuáticas y decidimos visitar la que se dirige al Balneario de Brozas. Estaba preciosa con sus márgenes verdes, y allí se nos mostraron somormujos lavancos (incluso vimos un nido de ellos con dos huevos), ánades frisos, azulones europeos, fochas comunes (también se vio un nido de ellas), garza real, zampullines chicos etc... y muchos paseriformes de los que destacaban los jilgueros.
Somormujo lavanco |
Esta
charca tiene mucha importancia porque en ella se congregan las cigüeñas negras
antes de su partida hacia sus cuarteles de África, y por la gran cantidad de aves acuáticas que se ven en invierno.
Ya
nos daban las 17:00 h y con ganas de ver más zonas, pero tuvimos que tomar la decisión de
partir hacia Madrid para no llegar demasiado tarde.
Sólo
nos queda agradecer la acogida del grupo por parte de Esther y Joan en el albergue de la Higuera. Desde aquí lo
recomendamos por su buen trato y
esperamos que en Garrovillas de Alconétar se entienda; que un pueblo sin sus
vecinos las cigüeñas, cernícalos primillas, lechuzas, autillos, murciélagos
etc... es un espacio sin vida, y que valoren como nosotros las piedras, las aves y
demás seres que hacen a un pueblo grande y espectacular. Con este deseo termino
esta crónica, esperando volver con todos mis amigos de nuevo al Señorío de
Garrovillas de Alconétar.
Se observaron un total de 67 especies:
-Zampullín Chico (Tachybaptus ruficollis)
Se observaron un total de 67 especies:
-Zampullín Chico (Tachybaptus ruficollis)
-Somormujo
Lavanco (Podiceps cristatus)
-Garceta
Común (Egretta garzetta)
-Garza
Real (Ardea cinerea)
-Cigüeña
Blanca (Ciconia ciconia)
-Cigüeña
Negra (Ciconia nigra)
-Ánade
Friso (Anas strepera)
-Azulón
Europeo (Anas platyrhynchos)
-Milano
Negro (Milvus migrans)
-Milano
real (Milvus milvus)
-Buitre Leonado (Gyps
fulvus)
-Buitre
negro (Aegypius monachus)
-Busardo
Ratonero (Buteo buteo)
-Culebrera
Europea (Circaetus gallicus)
-Aguililla
Calzada (Aquila pennata)
-Cernícalo
Vulgar (Falco tinnunculus)
-Cernícalo
Primilla (Falco naumanni)
-Gallineta
Común (Gallinula Chloropus)
-Focha
Común (Fulica atra)
-Chorlitejo
Chico (Charadrius
dubius)
-Andarríos
Chico (Actitis hypoleucos)
-Paloma
Bravía (Columba livia)
-Tórtola
Turca (Streptopelia decaocto)
-Tórtola
Europea (Streptopelia turtur)
-Cuco
Común (Cuculus canorus)
-Vencejo
Real (Apus melba)
-Vencejo
Común (Apus apus)
-Vencejo
Pálido (Apus pallidus)
-Martin
Pescador (Alcedo atthis)
-Abejaruco
Común (Merops apiaster)
-Abubilla (Upupa epops)
-Cogujada
Común (Galerida
cristata)
-Calandria (Melanocorypha calandra)
-Golondrina
Común (Hirundo rustica)
-Golondrina
Dáurica (Cecropis daurica)
-Avión
Común (Delichon
urbicum
-Avión
Roquero (Ptyonoprogne rupestris)
-Lavandera
Blanca (Motacilla alba)
-Ruiseñor
Común (Luscinia megarhynchos)
-Colirrojo
Tizón (Phoenicurus ochruros)
-Tarabilla
Común (Saxicola torquatus)
-Collalba
Rubia (Oenanthe hispanica)
-Roquero
Solitario (Monticola solitaius)
-Mirlo
Común (Turdus merula)
-Ruiseñor
Bastardo (Cettia cetti)
-Buitrón (Cisticola juncidis)
-Zarcero
Común (Hippolais polyglotta)
-Curruca
Rabilarga (Sylvia undata)
-Curruca
Cabecinegra (Sylvia melanocephala)
-Papamoscas
Cerrojillo (Ficedula hypoleuca)
-Mito (Aegithalos caudatus)
-Herrerillo
Común (Cyanistes caeruleus)
-Carbonero
Común (Parus major)
-Alcaudón
Común (Lanius senator)
-Oropéndola (Oriolus oriolus)
-Rabilargo (Cyanopica cyanus)
-Cuervo (Corvus corax)
-Estornino
Negro (Sturnus unicolor)
-Gorrión
Común (Passer domesticus)
-Gorrión
Moruno (Passer hispaniolensis)
-Pinzón
Vulgar (Fringilla coelebs)
-Verdecillo (Serinus serinus)
-Verderón
Común (Carduelis chloris)
-Jilguero (Carduelis carduelis)
-Pardillo
Común (Carduelis cannabina)
-Triguero (Emberiza calandra)
-Escribano
Soteño (Emberiza cirlus)
Crónica realizada por Francisco Gutiérrez.
Hasta la próxima excursión.
consultar su blog.
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